Señor Director de EL TELÉGRAFO:
A propósito de su artículo ‘La cultura ya no es de izquierdas ni de derechas’ (del año anterior) y de los recientes artículos del señor Pablo Salgado Jácome ‘Sin cultura, no hay revolución’, publicados en el periódico que usted dirige acertadamente, me permito aportar con un grano de arena, un borrador con hipótesis y propuestas.
¿Por qué nuestro país tiene un bajo nivel cultural y cómo podríamos superar este problema?
El asunto es ideológico, requiere recursos y tiempo. A las clases dominantes no les conviene tener un pueblo informado y culto, sino todo lo contrario. Para esto tratan de mantener altos índices de analfabetismo, consumo de alcohol, programas de los medios de desinformación y subinformación, etc. Felizmente, el actual Gobierno está esforzándose para revertir tal situación, pero es necesario que colaboren profesionales, intelectuales, profesores y artistas, superando prejuicios y antipatías personales. El Ministerio de Cultura podría convocarlos para que presenten propuestas en los distintos ámbitos culturales. Allí podrían participar, entre otros, la plana mayor de columnistas de EL TELÉGRAFO y su director.
La CCE (Quito) podría escanear cuidadosamente y publicar en la red las obras de nuestros grandes pensadores y escritores, aparte de optimizar su distribución. Hace falta una cuidadosa colección de biografías de ensayistas, escritores, historiadores, poetas, músicos, pintores, fotógrafos, científicos y otros representantes de nuestra cultura. Digo cuidadosa porque, desde mi punto de vista, no sería bueno mezclar a todos los personajes, de todas las tendencias, porque esto confunde a los jóvenes y los hace perder el tiempo. En otras palabras, que la derecha se encargue de promocionar a sus cuadros, no la izquierda. Excepción de la regla: libros de Jorge Anhalzer.
Para que la carrera de cine de la Universidad de las Artes (Guayaquil) se convierta en un destacado medio cultural es claro que debe contratar profesionales competentes para impartir las clases teórico-prácticas y becar a los mejores egresados para que se especialicen en respetadas escuelas de cine internacional para que, a su regreso, produzcan películas y documentales valiosos. El conocimiento de películas, música y obras escritas refleja bien el nivel cultural de las personas.
La Cinemateca Nacional también podría contribuir compartiendo con ECTV una parte de los cientos de materiales que posee y poniendo en la red otros tantos para que, a través de estos medios, conozcamos otras facetas de nuestro país. Creo que únicamente habría que organizar una reunión con el Consejo Directivo de ECTV (que incluye al director de la Secom) para que se pongan de acuerdo. De paso, considero que la programación de películas de ECTV necesita mejorar bastante. No estaría de más un DVD con las mejores recetas y fotos de nuestra rica gastronomía, que es parte de la cultura, para conocimiento general y no solo de las amas de casa.
Los CD y DVD son más baratos que los libros impresos y aprovechando el significativo uso de internet en nuestro país, podrían ser distribuidos a través del Ministerio de Educación a las respectivas instituciones educativas y, con la ayuda y guía de los señores profesores, entregar a los alumnos, registrando el nombre y firma individual de su recepción.
Bien está haciendo el Secap al impartir cursos de distintas actividades para que los participantes aprendan o mejoren su trato a los clientes. Este es uno de los motivos por los que Brasil tiene tantos turistas, y no solo por las mujeres y playas bonitas, que aquí también tenemos. (O)
Un cordial saludo.
Carlos Terán Cazar
