Señor economista
Rafael Correa Delgado
Presidente Constitucional de la República del Ecuador
De nuestras consideraciones:
Reciba usted un cordial saludo de quienes suscribimos la presente carta: comuneros de la parroquia Cañi, cantón Colta, ciudadanos chimboracenses convencidos de nuestro espíritu libre, enraizado en el mestizaje con la identidad puruhá-kichwa. Reciba nuestro sincero deseo de éxito en su gestión y que la práctica diaria del ejercicio de poder siempre sea en beneficio de todos los ecuatorianos.
Desde 2012 hemos seguido un proceso largo por la dignidad de nuestra parroquia y el respeto a nuestros derechos fundamentales que han sido conculcados por una persona extraña a nuestro lugar de origen, quien ha venido, se ha apoderado de nuestras tierras y engañado a la gente, incluso con amenazas.
Siempre hemos tenido paz y tranquilidad hasta la llegada de ERVIC S.A., empresa que se dedica a la plantación de pinos. Hemos visto que estos árboles se han plantado en medio del páramo y del bosque nativo, lo cual causa disminución del agua para nuestro consumo y de nuestros cultivos. Esto también causa la desaparición de la vegetación y animales.
Existe la división de nuestra comunidad, en nuestras familias. Así, desprotegidos y atropellados por un empresario prepotente, acudimos a usted para solicitar su apoyo solidario y fraterno en
la solución del conflicto, porque somos dueños absolutos de estas tierras, tenemos nuestros títulos de propiedad, nuestros ancestros nos dejaron este legado donde hemos convivido en paz y armonía con nuestra Pachamama. Incluso en el plan de desarrollo comunitario de nuestro GAD parroquial se plasma el sueño de un proyecto comunitario de turismo que, con el actual estado de cosas, está en peligro.
También solicitamos que por los medios y las instituciones interesadas y competentes se brinde el apoyo a la madre naturaleza, a nuestra comunidad y a nuestras familias, respetando el carácter social de estas tierras que siempre han sido bosque de ‘árboles de papel’ y vastos páramos colchones del agua que mana vida a nuestras comunidades. Respeto a las propiedades privadas, pero sobre todas las cosas, protección a nuestra comunidad y
solidaridad para una pronta solución a este conflicto.
Seguros de contar con su atención, nos despedimos con un respetuoso saludo y sentimiento de consideración y estima.
Alfonzo Verdezoto
Pablo Sánchez
Fanny Dávila
Esthela Verdezoto