Los monumentos en la calle Panamá
No vamos a referirnos a si está bien o mal la colocación de bustos metálicos en alusión a “niños trabajadores”. El criterio del Presidente de la República ha originado polémica, no solamente en Guayaquil, sino a nivel nacional, lo que consideramos innecesaria por existir temas de mucho más peso para discutir y polemizar. Pero creemos que sí vale la pena hacer una pequeña aclaración en lo que respecta al “canillita o voceador de periódicos”.
No es verdad que esa modalidad sea de “historia antigua en nuestra ciudad”, que aquel triste personaje infantil tenga su origen en la colonia. Primero aclaremos –basados en un artículo del Dr. Hugo Delgado Cepeda, que apareciera en el periódico mensual “Charada” del 7 de noviembre de 1997- que el término canillita viene del Uruguay, donde desde 1910 se llamó así a los “voceadores de periódicos y que fue el dramaturgo de ese hermano país, Florencio Sánchez, quien utilizó dicha expresión de manera literaria en 1903; y por último, hacemos conocer que en la colonia, el periódico que Olmedo ideara para Guayaquil no se voceaba, es decir no se distribuía en plazas y calles, se adquiría por medio de suscripciones. Siempre con la verdad aunque duela.
Arturo Santos Ditto
Guayaquil-Ecuador
¿Terminará el caos en vía a la Costa?
En esta ocasión me voy a referir a un problema que se sigue alargando y no termina en la vía a la Costa. Tal vez la intención es buena y el sector necesita esa vía de servicios que se construye desde Valle Alto hasta Puerto Azul. Sin embargo, la forma desordenada, sin considerar condiciones de seguridad para conductores y peatones, está causando demasiados inconvenientes. Criticamos la forma de trabajar del Municipio de Guayaquil, que no considera al ser humano mientras levanta las obras y sus funcionarios justifican los inconvenientes con el resultado final; es decir, no importa cómo se lo haga, lo importante es hacerlo. Y en este caso se actúa de la misma manera, lo cual señor director es totalmente errado. Un familiar mío en la oscuridad de esta vía y con zanjas por todas partes, sin advertencias, cayó en una de ellas y nadie se ha hecho responsable del asunto. El nuevo carril de servicios ya cuenta con una carpeta asfáltica. Luego de que esta fuera puesta, los constructores recordaron que no habían instalado canalización para aguas lluvias y volvieron a romper el asfalto; ahora las alcantarillas del centro de la calle son más altas que la calzada, entre muchos otros problemas visibles. Pareciera que la obra no cuenta con fiscalizadores. ¿Será que el Presidente de la República tiene que inspeccionar todas y cada una de las obras en el país para que estas se hagan bien?
Luis A. Espinoza