Guayaquil, 30 de julio de 2011
Señor Director Lic. Edwin Ulloa
Director de El Telégrafo
El presidente Rafael Correa tiene una frase que repite constantemente y que invita al pueblo ecuatoriano a no dejar que ciertos actos queden en la impunidad. El famoso “prohibido olvidar” está más latente que nunca. A pocos días de cumplir un año de los trágicos hechos del 30 de septiembre, es inaudito que aún ciertos sectores inescrupulosos quieran minimizar lo ocurrido en esa jornada criminal.
Me resulta insultante para la inteligencia de nuestro pueblo y, sobre todo, para el honor de las familias de aquellos que perdieron en esa jornada a sus seres queridos, que en los medios de comunicación privados -políticos de oposición y propios periodistas- sigan sosteniendo la tesis de que el 30-S no pasó nada y que la reacción del grupo de policías insubordinados es legítima ante la “provocación” hecha por el Jefe de Estado.
Ojalá que los familiares de Froilán Jiménez y de las demás víctimas de las balas asesinas de ese día tengan en su alma piedad por esos comentarios. Para ustedes, para todas esas familias, estas palabras de aliento y de solidaridad.
Vicente Páez
Guayaquil