Guayaquil, 29 de julio de 2011
Señor Director Lic. Edwin Ulloa
Director de El Telégrafo.-
Los ecuatorianos recibimos buenas noticias la semana que terminó. Según publicaciones de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), nuestro país tendrá un crecimiento económico que se ubicará en 6,7%, por encima del 4,6% que crecerá América Latina.
Lo proyectado por este organismo internacional se dará gracias al trabajo emprendido por el Gobierno Nacional para fortalecer los sectores no petroleros del país. Es así que la pesca, la manufactura, el mercado de flores y banano han tenido notorios repuntes en sus ventas al exterior durante el primer trimestre del año.
Considero que con esos números el fantasma de la no renovación de las preferencias en Estados Unidos ya no debe quitarles más el sueño a uno que otro analista económico que aseguraban que la debacle del país era inminente si no se renovaba el Atpdea.
Otros que deberán guardar silencio después de estas cifras de la Cepal serán figuras políticas de oposición que se ponen a tratar temas económicos ni siquiera con los conocimientos básicos del mundo de la oferta y la demanda y que, en vez de orientar a la ciudadanía, provocan escenarios de riesgos falsos en la población.
Cámaras de Comercio, agremiaciones de exportadores, sindicatos, en fin, todos los representantes del sector laboral deben unir esfuerzos para mejorar las condiciones de los trabajadores en el territorio nacional.
De la misma manera se deberá identificar a todos esos poderes fácticos que intentan hacer daño al actual régimen sin considerar la grave afectación que le producen a la misma población. No es casualidad que el tema del alza del desempleo se haya dado durante la campaña de la consulta popular.
Ahora será responsabilidad del Gobierno de no quedarse en esos niveles y seguir trabajando para que el nivel de desempleo -que ahora se ubica en 7,4%- siga descendiendo.
Pero creo que lo más importante no es solo que los ecuatorianos consigan un puesto de trabajo, sino que obtengan una plaza digna, con un trato humano y una remuneración acorde a su capacidad.
Ese será el nuevo reto del Ejecutivo, con el objetivo de impedir que ciertos empresarios sigan explotando a la mano de obra ecuatoriana.
Jackeline Ortega
Guayaquil