Quito, 8 de marzo de 2017
Señor
Director de diario EL TELÉGRAFO
Señor Director:
Es increíble la pasmosa tranquilidad con que se miente en forma pública, sobre todo por parte de quienes hacen ‘política’ o están de candidatos.
El pueblo ecuatoriano debe recordar (y no olvidarse) que en la primera vuelta el alcalde Nebot le dijo, entre otras cosas, al candidato de CREO, Guillermo Lasso, que era “una persona falsa”; así como la candidata socialcristiana Viteri le enrostró en el ‘debate’ que, en vez de generar empleo, había despedido al 10% de sus trabajadores en el Banco de Guayaquil.
Ahora resulta que solo fueron dichos nada más, o sea, no eran ciertos o no tenían fundamento y están dispuestos a retractarse en forma por demás vergonzosa, dejando en vilo la credibilidad del país, que es un valor muy preciado que debe cuidar toda sociedad.
Entonces, en boca de estas personas, nada es creíble (incluso lo que han dicho en contra del Gobierno); porque dicen y se desdicen con una facilidad asombrosa, sin darse cuenta de que están jugando con un bien sagrado como son la honra y la dignidad de las personas y las instituciones.
Y para semejante despropósito han sido utilizados los medios informativos, los cuales deberían pedir cuentas sobre estas falsedades, porque se han constituido en multiplicadores de mensajes nada dignos de crédito, además de desorientadores.
Bien dicen que más rápido cae el mentiroso que el ladrón. (O)
Atentamente
Dr. Galo F. Terán I.
CC 1000694628