Sr. Director
Diario El Telégrafo
Guayaquil.-
En algunos colegios particulares todavía tienen como forma de presión a los padres de familia, para que paguen las pensiones, sacar a los estudiantes de los salones de clases y tenerlos en el plantel sin que puedan acceder a las clases de los maestros.
Me pregunto: ¿Eso no es atentar contra los derechos humanos de los estudiantes? ¿Causa o no en estos jóvenes un trauma al ser mostrados ante sus compañeros como deudores, como insolventes?
Creo que esta práctica coercitiva debería ser desterrada de los planteles y que la Defensoría del Pueblo, o los organismos que velan por el cumplimiento de los derechos humanos deben tomar cartas en el asunto, porque el daño psicológico que se les hace a los estudiantes es irreversible.
¿Qué culpa tiene un niño que sus padres se atrasen en el pago de las pensiones, para que los saquen de los salones de clases y sean vejados psicológicamente y estigmatizados frente a sus compañeros?
Atentamente
Pedro Del Solar
Durán - Guayas