Diario El Telégrafo
Guayaquil
De mi consideración:
Con profunda inquietud los personeros de la compañía Termoamazonas S.A. hemos leído el reportaje de prensa en el rotativo El Telégrafo, en el cual se manifiesta en forma literal, y con adjetivos peyorativos, a mi representada, su buen nombre y su capacidad de acción y operación como persona jurídica de derecho privado.
En uso del derecho que me asiste y que es reconocido como garantía constitucional por la Carta Fundamental del Estado ecuatoriano, mucho agradeceré se digne realizar la publicación de la presente, otorgando el mismo espacio y el mismo lugar en el periódico empleados para el descrédito de Termoamazonas S.A.
Se habla de capital y patrimonios irrisorios. La compañía Termoamazonas S.A. tiene un capital suscrito y pagado de
$ 10.000,oo (diez mil dólares de los Estados Unidos de América), dividido en 10.000 acciones con un valor nominal de $ 1 (un dólar de los Estados Unidos de América) cada una. Quiero realizar un paralelismo acerca de lo subjetivo en este punto que es la nota de prensa. La contratista para la construcción del nuevo aeropuerto de Quito contaba con un capital de $ 800 (ochocientos dólares de los Estados Unidos de América) y la obra que se encuentra próxima a inaugurarse tiene un costo cercano a los un mil millones de dólares de los Estados Unidos de América. ¿Es entonces posible establecer una relación directa entre capital y eficiencia? La respuesta es no.
Lo que brinda la real eficiencia es el aprovechamiento al máximo de los recursos, humanos y técnicos, por parte de una compañía. Su capital, en un incipiente mercado de valores como el ecuatoriano, no puede ser la pauta o el parámetro con el cual se mida la capacidad operacional de una empresa. Sobre este particular debe usted conocer, ya que la nota de prensa peca de ínfima en esta parte, que para iniciar con el contrato, amén del procedimiento contractual, es la inspección de la maquinaria, no solo del título de propiedad o alquiler de la misma, sino de su perfecto estado de funcionamiento, lo cual fue cumplido por la empresa Termoamazonas S.A.
Empresa de “papel”: ¿Puede acaso El Telégrafo definir a ciencia cierta y no sobre la base de términos coloquiales qué es una empresa de papel? En ausencia de esta conceptualización por parte del rotativo me permito definirla: es aquella empresa que, en falta total de recursos humanos, materiales, técnicos y financieros, asume compromisos contractuales, públicos o privados para que sea otra compañía la que realice estas labores. En otras palabras, y trayendo a esta órbita un precepto propio de las personas jurídicas, sería un testaferrismo corporativo.
De la manera más comedida pongo a disposición de los personeros de El Telégrafo, a los autores de la malhadada nota de prensa o a quienes ustedes designen y señalen, los pasajes aéreos para que procedan a una visita a las instalaciones de Termoamazonas S.A. en la ciudad de Lago Agrio. De igual manera, y obteniendo previamente los permisos correspondientes de la Gerencia de Exploración y Producción de la EP Petroecuador, llevaremos a las mismas personas a que constaten, de forma personal y de primera mano, la calidad, extensión y confiabilidad de los trabajos que ejecuta mi representada.
Como corolario, es muy difícil que “una empresa de papel” brinde empleo directo a más de 240 personas, 500 en empleos indirectos y que sea un engranaje más en el motor que dinamiza la economía de los sectores en los cuales presta sus servicios Termoamazonas S.A.
La mediatización de los procedimientos administrativos y judiciales: El Telégrafo, en forma por demás lamentable, parece seguir las prácticas deleznables de la prensa privada. Desde antaño fue tradición de los medios de comunicación poderosos del Ecuador, transformar un proceso judicial o un procedimiento administrativo en una noticia rimbombante con ánimos solo de perjudicar.
Es por eso que el gobierno del economista Rafael Correa Delgado, presidente Constitucional de la República, ha puesto los reparos legales a la mediatización y escándalo de asuntos que, encontrándose sub júdice, no han sido resueltos o, lo que es peor, que a base de tergiversaciones procedentes de oferentes descalificados las pretendan convertir en foros de opinión, que en escasísimas ocasiones son probos, imparciales o enterados.
Sobre la base de lo que dispone la Constitución de la República del Ecuador, la Ley Orgánica de Defensa del Consumidor, el pacto de San José sobre los Derechos Humanos, y por sobre todo y ante todo, el deber de los medios de comunicación, públicos y privados, de respetar la honra y el buen nombre de los ciudadanos de este país, agradezco se proceda de conformidad a la normativa vigente, se publique el texto íntegro de esta comunicación a la cual aparejo los respectivos documentos de soporte.
Reciban ustedes, personeros y directivos de diario El Telégrafo, las seguridades de mi profunda estima y respeto.
Adela Cusme
Jefe de Recursos Humanos, Termoamazonas S.A.