Todos soñamos con candidatos perfectos con líderes ideales, pero se ha preguntado: ¿Cuál es su ideología? ¿Qué tipo de hijos está formando? ¿Por qué el sistema jamás prepara estos líderes que tanta falta le hacen al país?
Es una lástima ver que de cada 1.000 servidores públicos, tal vez solo haya uno que trabaja a conciencia, la gran mayoría solo están por un sueldo o por intereses personales.
Un servidor público debe ser una persona que tiene sentido común, debe tener sembrado en su mente, en su corazón y en sus entrañas que ese puesto que tiene es para servir con voluntad, con excelencia y amor a los demás, es hacerlo con eficacia, con prestancia y no solo hacer lo que tiene que hacer, sino mucho más que eso, cuanto más si está siendo pagado con dinero del pueblo.
Mientras que en el tema de dignidades políticas, este sería el perfil de los candidatos que se necesitan:
Trayectoria limpia de trabajo. Cualquier candidato para postularse debe de tener su trayectoria de trabajo social y humanitario por su comunidad, barrio, ciudad, provincia o país, de forma desinteresada por los demás, o sea sin sueldo, no nos interesan las caras bonitas ni el que habla bonito y que hace nada.
Solidario. Uno de los principales requisitos para todo candidato y servidor público y se refiere al sentimiento y la actitud de unidad basada en metas o intereses comunes.
Honesto. Implica no robar, no defraudar, no estafar, una persona honesta paga sus deudas sin que le cobren y devuelve lo que no le pertenece.
Tal y como lo dijo Jesucristo: “Por sus obras los conoceréis”. Con esta base podremos transparentar y poner sobre el tapete los perfiles idóneos de los candidatos y los empleados públicos que van a gobernar y a tomar la posta de aquí en adelante. Lo que necesitamos urgente es un cambio para nuestro bello Ecuador. (O)
Isabel Vinueza García