Ser solidarios también es ponernos en el lugar del que padece cáncer, experimentemos esa sensación de ir a visitar a ese enfermo que necesita un gesto de cariño y amistad.
Pero nada dura para siempre, y algún día los avances científicos darán sus frutos e inventarán la cura para el cáncer, hasta que eso suceda, debemos mirar con optimismo el futuro, porque al final del túnel habrá una luz llena de fe y esperanza para todos; esa misma luz que constantemente nos impulsa a seguir adelante a pesar de todo.
Las personas que padecen cáncer son un fiel reflejo de lucha y superación, unos gladiadores que batallan día a día para vencer
esta dura, pero no invencible enfermedad. Para todos ellos, este pequeño homenaje. (O)
Bolívar Henry Navarrete Chilán