Cuatro editoriales publicados el 17 de abril de 2011 giran sobre un mismo eje, pero sin ningún sustento. Un artículo de opinión debería basarse sobre hechos periodísticos comprobados para que tengan validez y rigurosidad como aporte a la formación de la opinión pública, pero parece que los editorialistas del diario Hoy, El Universo y La Hora se han olvidado de esa práctica ética y responsable.
El 14 de abril, los medios de comunicación replicaron la noticia en la que el presidente Rafael Correa supuestamente ordenó la detención de la señora Irma Parra por manifestar su rechazo a la consulta popular. Ninguno de los medios contrastó la información, pese a que había elementos suficientes para verificar la versión de Parra. No hubo más fuentes, excepto las declaraciones de la presunta víctima, cuyo testimonio en sí ya lleva una carga interesada.
No hubo el trabajo periodístico mínimo para recoger otras versiones de testigos (que sí los hubo), acudir al parte policial o procurar al menos una investigación básica del incidente.
Suficientes elementos para construir una historia más equilibrada de los hechos y que confirmaran que el tal suceso no era como describieron los medios de comunicación. Se omitieron estos datos y, ahora, sobre la base de información incompleta, se redactan cuatro artículos concatenados curiosamente con un mismo eje. Diario La Hora, en su editorial “Humillaciones y ofensas”, hace comparaciones absurdas con el afán de desacreditar la gestión del Presidente de la República. ¿Quién dice que las opiniones no deben ser validadas? Es una irresponsabilidad comparar a un gobierno democrático con un régimen dictatorial. Cada una de las actuaciones del Presidente han estado apegadas a derecho y con profundo respeto a las instituciones democráticas.
El editorial refleja el pensamiento del medio de comunicación. Por tanto se infiere que La Hora y otros medios impresos actúan políticamente al usar, como materia prima de sus opiniones y análisis, noticias mediocremente investigadas. ¿Cómo se puede decir con tanta ligereza: “Los ofendidos y humillados llevan grabadas con fuego en su memoria esas humillaciones y ofensas y ese es el material real con el que se forja la historia”. Con esta sentencia, La Hora busca deformar los hechos a conveniencia. ¿Ese es el periodismo que queremos?
Pero el artículo citado no es el único en esta línea. El diario Hoy y El Universo conservan la misma tónica para emitir sus “análisis”. ¿Coincidencia inocente o campaña? ¿Se quiere aplicar estratégicamente la repetición y el mimetismo como arma para legitimar una mentira? Diego Araujo, subdirector de opinión del diario Hoy, escribe un artículo sobre la base del mismo material periodístico, como hemos visto, corrompido desde su origen, “Los incondicionales”; al igual que Simón Pachano, editorialista de El Universo, con el suyo, “Abajo el sentido común”, utilizando una noticia con un severo déficit de ética profesional.
El Gobierno no silencia ni evita la crítica en el contexto del respeto y el legítimo debate de ideas. Es más, lo promueve. Su política de Comunicación impulsa la inclusión, la democratización y el libre acceso a la información. Su gestión se ha orientado a la amplia participación de ciudadanos, a fin de que se integren en la toma de decisiones y en la vida política del país. Pero participar no significa agredir o expresar con violencia las ideas. Peor aún, que un medio de comunicación venda opiniones con disfraz de información. Un periodismo que alienta estas prácticas no le hace bien a la sociedad. Cero tolerancia a los engaños y las mentiras.
Dr. Fernando Alvarado Espinel