El señor Alcalde ha perdido definitivamente la visión del futuro de Guayaquil. Su mirada borrosa del futuro nos expone a los efectos cada vez más graves por las inundaciones y la saturación del transporte. Cuando le echa la culpa de las inundaciones al Estero Salado, demuestra su poca competencia para vislumbrar una ciudad superpoblada que ha crecido sobre un Estuario de manglares y confinada por cerros deslizantes, ríos y esteros. Alguien debe ayudarlo a conocer los riesgos y vislumbrar las soluciones para las futuras décadas. Existen los estudios de CEDEGE, SEMSIR, INOCAR, USACE (Cuerpo e Ingenieros de los Estados Unidos), Ing. Jacinto Rivero, etc.
INTERAGUA sigue trabajando con antiguos referentes de cotas y mareas, como si la ciudad no se hubiera extendido. No fue nunca una solución para el alcantarillado pluvial de la ciudad sino para la ampliación y el recambio formal de tuberías viejas, sin perspectiva alguna, que no considera las lluvias extremas al interior de la ciudad ni la elevación del mar cada año, fenómenos que no son solo amenazas sino realidades de nuestra Ecología Urbana.
La lluvia del 2 al 3 de marzo fue apenas de 100 mm. En abril de 1998 llovió en ese mismo período 224,7 mm, pero con menos área urbana cubierta y sin tantas barras de arena acumuladas en la boca del Daule y el Babahoyo. Por último, la Metrovía fue una solución copiada a Bogotá cuando el transporte del milenio ya comenzaba a ser insuficiente a la capital colombiana.
Solamente podrán encontrase soluciones por el estudio serio y científico de las limitaciones físicas de Guayaquil, las desigualdades sociales, sus cambios naturales y la presión del crecimiento.
Atentamente,
Luis Marín-Nieto.
PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL
CI 0900309964.