El agroturismo debe conjugar varias aristas para ser exitoso: es el contacto directo con la vida rural, las tradiciones, la gastronomía, riqueza cultural; es el disfrute de la naturaleza, los paisajes, la conversación con los sabios campesinos, el conocimiento histórico del lugar, siempre con la participación y observación del turista nacional o extranjero, además de calidad en la prestación de este servicio y su adecuada promoción en redes sociales.
Los líderes agropecuarios deben reconocer que el turismo es uno de los rubros más importantes en la economía de un país y hacer conciencia de que ahora puede ser una actividad complementaria que ayuda a la economía, pero que puede convertirse en actividad principal de la economía de los gremios agropecuarios y del país entero. (O)
Pedro Pablo Jijón Ochoa