Los acuerdos en las negociaciones por el alza del valor a pagar por los pasajes, logrados entre el Municipio y los transportistas públicos, en autobuses de la ciudad de Quito, han sido declarados, de hecho, como un secreto de Estado. Ni siquiera la totalidad de los concejales conoce todos los pormenores de tan esperado acuerdo. Y lo presumo por la queja de un grupo representativo de ellos que dice desconocer detalles del mismo. Por obvias razones, los ciudadanos estamos en mayor desconocimiento e incertidumbre.
Por declaraciones de uno de los concejales, Sr. Garnica, si mal no recuerdo, conocemos -noticiero Ecuador TV del 23 de febrero- que entre los acuerdos están: el respeto a las paradas de los buses, la limpieza de los automotores, la atención positiva a los grupos de trato preferencial, y así por el estilo. Estimados conciudadanos, si estos acuerdos son ciertos, ¿nos están tomando el pelo? Estas son disposiciones que constan en otras normas cuyo cumplimiento debe ser exigido y no premiado con 21 millones de dólares.
¿Existe contubernio entre los empresarios del transporte y la Alcaldía? Pues deberíamos concluir que si estos son los acuerdos, no representan, para nada, las aspiraciones de la ciudadanía. Deben contestarnos: ¿Cuáles son las políticas para el transporte urbano en la ciudad? ¿Qué consta en los contratos de operación de la transportación? ¿Cuáles son los índices de gestión? ¿Cuándo se aplica la caja común general?… en fin, muchas preguntas por definir y contestar.
Este hecho y algunos ocurridos en estos pocos meses de la nueva administración municipal me hacen pensar que el modelo de gestión del Cabildo quiteño será autocrático, en círculos de amigos cerrados, se revertirán a la empresa privada servicios comunitarios y quizá se creen fundaciones y, con mucha pena para algunos de nosotros, se postergarán las decisiones que, aunque beneficiosas para la comunidad, representen cualquier minúsculo riesgo para la actividad electorera que, al parecer, se concreta con preocupantes síntomas en las actividades munícipes.
Kléver Medina Alvarado
