No entiendo el escrito que el Ab. León Roldós presentó en el diario El Universo, el lunes 27 de agosto, cuyo título, concordante con el contenido del texto, no dice nada que contribuya al bienestar nacional; una situación, idea o pensamiento, no digamos ideal, que sea motivo de análisis y de debate serio. Convierte las líneas en una amalgama de párrafos inconexos; es la observación de dudosa neutralidad sobre un hecho en particular al que le añade ciertos elementos del pasado, del que es actor, con la inocultable y manifiesta voluntad de ofender al Presidente de la República y a su familia, en la figura de su señor padre.
Tanto como querer relacionar la expresión de un hombre con necesidad, angustiado y cercano a la muerte -que acude a otro al que, probablemente, debe haberlo considerado un receptor confiable y en el que, presuntamente encontraría alivio a sus penalidades-, con las complicadas y difíciles decisiones que debió tomar el Primer Mandatario en representación de todos los ecuatorianos frente a la intención de un decadente imperio de lesionar nuestra soberanía y dignidad. No tiene sentido.
Encontrar casi medio siglo después en 7 letras 2 signos de admiración y 3 puntos suspensivos de desenfado la relación de comportamiento heredada de padre a hijo constituye, en considerados términos, una blasfemia. Duda de todos, acusa a todos e intuye todo, pareciera que tuviera la bolita mágica delante y, obviamente, todo lo sabe. Para el Ab. Roldós las situaciones son calculadas, programadas y realizadas por el Gobierno para ocultar la corrupción y favorecer la reelección del Ec. Correa.
Resalta al mismo tiempo asuntos domésticos triviales cargados de insultos y procacidades en medio de la trascendencia de un conflicto que socava el interés nacional. Trata con desdén a los intelectuales y activistas de izquierda que han respaldado la postura del Gobierno y de la gran mayoría de los ecuatorianos en el caso Assange, de la que se ve y se siente distante; termina por alertar al imperio de dos cabezas en la posibilidad de darle una nueva oportunidad al Ec. Correa en pro de su envanecimiento.
Mi respuesta a la pregunta del Ab. Roldós “¿Qué piensa usted, lector?” es la siguiente: no me explico cómo un destacado político de izquierda, socialista, académico, ex Rector de la Universidad de Guayaquil, ex Vicepresidente de la República, escribe con tanto sesgo. Si doy paso a la intuición, intuyo que se ha dejado dominar por la pasión política, trastocando sus valores humanos fundamentales, tales como el respeto a la honra ajena, la confidencia, la prudencia, el civismo, en suma, la honorabilidad y sensibilidad que debió haber adquirido en el ejercicio de las diversas dignidades que representó, todas, de permanente contacto con el ser humano, sus desdichas, anhelos; y las relacionadas con el servicio a la nación, preservando su integridad, su dignidad, su soberanía.
Me hubiera gustado leer otro discurso del Ab. Roldós, en el que, haciendo abstracción de sus diferencias con el régimen, su pensamiento y postura ideológica abonaran y enriquecieran la defensa humanitaria de un idealista, expuesto al poder hegemónico por defender una causa; su pronunciamiento, unísono con los intelectuales y activistas de izquierda externos y con la casi la totalidad de los integrantes de este pueblo al que orgullosamente pertenecemos: Ecuador.
Dr. César Bravo Bermeo
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Buenos Aires, Argentina