En las leyes penales y en el Código de la Niñez sí existen las disposiciones legales que obligan a toda persona que conozca del cometimiento de infracciones a denunciarlas ante las autoridades, pero ocurre que al hacerlo de la forma como está establecido, fácil se descubre al denunciante, que corre el riesgo de que en su contra se produzca una serie de problemas, ya sea por acciones judiciales, o lo que es peor, sufrir agresiones y atentados, por eso más bien ocultan y callan lo que saben.

Lamentablemente, esta situación ha traído como resultado que crezcan los problemas intrafamiliares y lleguen a consecuencias fatales, como observamos cada día por los medios de comunicación, de parejas que se matan, de niños flagelados por familiares, de padres y madres que después de asesinar a sus hijos se suicidan.

A alguien que haya querido mucho y tratado bien a su mujer, su marido, sus hijos, o a cualquier otro familiar, jamás se le ocurriría atentar contra ellos. Para llegar a ese extremo previamente debe haber continuos maltratos a su pareja, a los niños, o a algún miembro de la familia; y acostumbrados a esa situación, con los consabidos escándalos, ya sean por machismo, odio, celos, venganza, adulterio, rusticidad, demencia, borrachera o drogadicción,
deben haber sido escuchados por los familiares y por los vecinos, sin embargo no fueron denunciados a tiempo.

Por eso sería muy conveniente que, creado un gran ente dedicado a la investigación de problemas intrafamiliares, con numeroso personal especializado en el tema, se declare acción popular anónima contra la violencia intrafamiliar en cuanto a informar, promocionándolo constantemente por televisión, para que cualquier persona, sin pedirle identificación, pueda denunciar telefónicamente, o por medio de ánforas ubicadas en sitios de fácil acceso, cualquier hecho violento de que tenga conocimiento, indicando simplemente los nombres de los agresores, de las víctimas, fecha de la última agresión ocurrida y dirección exacta, datos que se mantendrán en reserva, sin ingresar al registro automatizado, mientras no se haya descubierto el problema por investigadores vestidos de civil.

Que habrá denuncias falsas por animadversión contra alguien, es cierto, pero para eso precisamente es la reserva de la acusación, cuyos denunciados, ni aun descubiertos, no deberán enterarse de que fueron delatados. 

Ab. Susana Macías Estupiñán