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Alcalde Nebot, ¿usted defiende la libertad de expresión?
“En varias presentaciones públicas lo he hecho. En este tema hay que luchar, porque en el fondo es la gente, el hombre pobre, la clase media quienes pierden su capacidad de expresión, de crítica, de aplauso. La forma de enterarse, de manifestar preocupaciones e inquietudes. Es a la gente que no está de acuerdo con el Gobierno a la que se pretende dejar sin voz, y contra eso hay que luchar”.
¿Y con qué mecanismos se pretende atentar contra la libertad de expresión?
“Está claro que aquí estamos frente a la utilización de la justicia para atropellar y amedrentar, y frente a un ataque a la libertad de expresión”.
Entonces, ¿por qué su alcaldía ha iniciado un plan de “recompensas” para quienes denuncien a los grafiteros?
¿O es que la libertad de expresión, para usted, es solo la que ejercen los actores políticos, es decir, los únicos que tienen voz en los medios de comunicación masiva?
Ahora, querido lector, debo confesar que esta es una entrevista que nunca se realizó, aunque no todo es irreal; las respuestas a las dos primeras preguntas son tomadas de declaraciones que el alcalde Nebot realizó en una rueda de prensa este 23 de julio a propósito del caso El Universo. Y son esas declaraciones las que ahora despiertan sospechas, ¿será que estamos frente a una contradicción, donde se defiende la libertad, pero se pretende castigar con prisión de hasta siete días y trabajos comunitarios para los grafiteros, y así quitarle a la gente, al hombre pobre, a la clase media su capacidad de expresión, de crítica, de aplauso? (¿O la Alcaldía de Guayaquil tiene pruebas de que son los ricos del país los grafiteros?)
Alcalde Nebot, no me queda más que pedirle que sea consecuente con sus palabras, con sus actos y, ¿por qué no? con la autorización que le dio su municipio a Julian Beever para pintar una de las aceras de Guayaquil. ¿O se puede pintar en las aceras, pero no en las paredes? Esa es una aclaración necesaria.
Cliciani Neira