Afecta a quienes, durante gran parte de nuestra oscura historia como República, han ‘logrado’ fortunas mal habidas, con base en la especulación, la estafa, la extorsión, el egoísmo, los privilegios politiqueros, los proteccionismos inmorales, los engaños, los abusos y hasta la violencia, y que luego de haber logrado estas fortunas mal habidas tratan de lavar su imagen rozándose e interactuando con personas que han logrado su fortuna de forma honesta e innovadora en base de la creatividad e imaginación, dando trabajo digno y justo a la gente, respetando sus derechos, apoyándolos para que crezcan mentalmente, académicamente, económicamente e incluso espiritualmente, preservando y remediando además el ecosistema en el que desenvuelven y desarrollan sus actividades productivas.

Por lo general la gente que ‘logra’ fortunas mal habidas, por ser de una naturaleza egoísta y perversa, buscará involucrarse en actividades cómodas, que demanden el más mínimo esfuerzo o que le den ingresos lo más pronto o instantáneamente posible, como son las actividades mercantilistas-comerciales, contrabando, tráfico de tierras, especulación de bienes inmuebles e incluso el narcotráfico, cada semana en el Ecuador siempre se descubre contrabando de drogas; no es de extrañarse que incluso tengan vínculos con la delincuencia organizada, para lograr sus fines y, con el propósito de lavar su imagen, tengan vínculos con sus socios los medios de comunicación mercantilistas que ocultan la realidad y transmiten eventos ficticios y falsos, que  a estas alturas de nuestra vida republicana, la gran mayoría de la ciudadanía tiene claro quiénes son estos medios, lo admitan o no.

La Ley de plusvalías, luego de reconocer, en base de un cálculo técnico y real, una justa y honesta ganancia en el tiempo, donde esta ganancia no paga impuesto, castiga a las ganancias que sobrepasan este valor, porque éstas son ganancia inmorales, ilegítimas, exorbitantes y escandalosas, que están fuera de toda lógica razonable, justa y honesta, por lo que el castigo a este excedente estratosférico, debe ser también, como lo es en la propuesta de la Ley, de un alto porcentaje, y el dinero de este castigo a ganancias mal habidas, va principalmente a los 221 municipios, para que la usen en reparar estas injusticias sociales; muchas, no pocas de estas propiedades mal habidas, adquiridas a precios irrisorios en base a la especulación y que son vendidas a precios estratosféricos, son de propiedad de autoridades que precisamente eran los llamados a combatir estas especulaciones, lo cual es motivo suficiente para estar en procesos judiciales (que no lo están) y no en procesos electorales, como si lo están actualmente.

Para los que han hecho su fortuna de forma honesta, en lo referente a la Ley de herencias, basta con transferir en vida sus millones en propiedades, fábricas, industrias, negocios, etc. a sus hijas, hijos o demás familiares y no pagarán impuesto, lo que se logra con esto, es democratizar y distribuir el patrimonio, incluso entre su propia familia o allegados; pero quien ha hecho su fortuna mal habida, siempre querrá tener el control y poder de sus actividades oscuras y lógicamente querrá traspasarlas a quien esté sintonizado con esas actividades, es algo que no podrá hacerlo transparentemente a toda su familia y menos en vida, porque siempre habrá gente que cuestionará y querrá corregir lo inmoral e ilegítimo.

Por eso es que no vemos en las calles, en la televisión, en los periódicos y en las radios, gente de bien, que ha hecho sus fortunas en forma honesta, por eso quienes reaccionan y ‘protestan’ son quienes han hecho fortunas mal habidas, los campeones mundiales del engaño, la manipulación y la mentira, por lo tanto su reacción es así, como hemos visto estas semanas y la seguiremos viendo, en forma brutal, violenta, desesperada, engañosa, descarada y perversa, usando y manipulando a gente de bien y de buena voluntad, que es lo mejor que saben hacer.

Roberto Castello