Lic. Orlando Pérez

Director del Diario EL TELÉGRAFO

Esta semana empezamos con el escándalo de una noticia tergiversada y manipulada como es costumbre por parte de ciertos medios privados.

¡El Presidente no tiene tolerancia! Perdió la cabeza con un “todavía niño” de 17 años, entre otras barbaridades más, que solo obedecen a su carácter de opositores políticos, papel que les ha tocado asumir ante la falta de un liderazgo respetable en la derecha.

Escucho a muchas personas opinar que el Presidente debió ignorar al malcriado y concuerdo, sobre todo porque está más que claro que se está buscando provocar y destruir la imagen de Rafael Correa. Basta con mirar en la página de Facebook al “traumatizado muchacho” para saber que no ha sido tan inocente: conversaciones con Gilmar Gutiérrez, hermano de un expresidente que en su tolerancia mandó a elaborar listas negras de sus opositores y que en una noche reprimió al pueblo de Quito con saña para luego escapar en el primer intento en un helicóptero. Miembro de la JRE (Juventud Revolucionaria del Ecuador, parte del extinto MPD) que para quienes hicimos alguna etapa de nuestra educación en una institución pública, sus acciones “pacíficas y democráticas” son muy bien conocidas. Sin embargo la oposición hoy lo ha convertido en héroe y mártir de “la dictadura”.

¡Qué cinismo!

No solo que es injustificable que un muchacho tenga ese tipo de comportamiento hacia quién sea, sino que indigna que una oposición que cuando fue gobierno y ejerció la violencia en todas sus formas, desde la represión brutal hasta la tortura y la desaparición de personas, hoy salga a pedir tolerancia, democracia, libertad.

Acaso tenemos la culpa de que la oposición se haya quedado sin ideas y como alternativa utilice a un malcriado para escandalizarnos y al día siguiente enviar a tres despistados a dejar atados de yuca a Carondelet en solidaridad con un acto de total irrespeto. Y no porque sea el Presidente, sino porque eso no se le deba tolerar a nadie.  

Pregunto: ¿Será que estos señores y señoras de la oposición, cuando sus hijos les hacen señas obscenas porque no les compraron el celular que querían o porque les exigieron un mejor rendimiento escolar o llegar a una hora adecuada a casa, los abrazan y les piden disculpas por haberles hecho enojar?

Señores de la oposición, yo sé que es mucho pedir, pero aunque sea una sola vez, sean coherentes. El respeto viene desde la educación en casa y no es patrimonio de ninguna ideología, se enseña a respetarse y a respetar y punto.

¡Ya basta de tanta doble moral!

Dra. Paulina Pérez G.