El 27 de febrero de 1829 se dio una de las gestas de nuestra historia más trascendentes, una emblemática victoria que inspiró para que con la promulgación de la primera Constitución, el 11 de septiembre de 1830, nazca constitucionalmente el Ejército.
El hecho histórico de 1829 consolidó la libertad y fue el preámbulo que dio forma a la institución militar, siendo hoy esta fecha, establecida como el Día Clásico del Ejército Ecuatoriano, del Civismo y de la Unidad Nacional. Son 189 años de trajinar por los confines de la patria, en que el Ejército de los ecuatorianos ha extendido su mano solidaria a sus compatriotas con lealtad, solidaridad y profesionalismo.
Asimismo, debo destacar que el 26 de enero de 1995 el pueblo, férreamente cohesionado con sus soldados, permitió el triunfo militar definitivo e incuestionable que 23 años después sigue llenando de orgullo a la nación, hecho que se convierte en motivación de las nuevas generaciones para seguir buscando el desarrollo, bajo la inspiración de nuestros bravos soldados que no dieron “ni un paso atrás” en bien del futuro de la nación.
Hoy, que el país vive un nuevo tiempo, un horizonte donde renace la unidad nacional, el diálogo, el respeto, la libertad y la esperanza en todas sus formas, es un entorno propicio para recuperar aquel espíritu del 27 de febrero de 1829 y del 26 de enero de 1995.
Al celebrar un año más de la Gesta de Tarqui me complace, como comandante general del Ejército, invitar al pueblo ecuatoriano a ser parte, junto a sus soldados, de cada una de las festividades de febrero organizadas en honor a esta gran fecha cívica.
Atentamente
Dios, Patria y Libertad
Édison Narváez Rosero
General de División
Comandante General del Ejército Ecuatoriano