El tiempo le pide tiempo al tiempo porque nadie puede recuperar el tiempo perdido, pero debemos ser positivos, humanista y progresistas. Por consiguiente podríamos decir en un supuesto caso: tenemos una botella de una bebida sabrosa que se encuentra por la mitad. El optimista dirá “es un año más”, el pesimista dirá “es un año menos”.
Cuando uno cumple años a partir de cierta edad no sabe si celebra los años vividos o los que le quedan por celebrar. En especial cuando nos acercamos a la tercera edad. Los años van pasando uno a uno, pero aunque no sabemos a ciencia cierta cuánto más viviremos, cada vez queda un año menos para vivir y hacer todo lo que deseamos para nuestra vida…
Dicen que la edad es algo que se lleva en el corazón. Si el corazón lo mantienes joven, despierto y revolucionado, tu espíritu es el de un joven que aún tiene todo por hacer en la vida. Si, en cambio, sientes que todo en tu vida es una repetición de lo ya vivido, es que tu corazón y tú estáis viejos y no esperas nada más de la vida… al año 2020 se lo debe declarar como “Año Internacional a favor de los Jubilados” porque los maestros jubilados han sido ofendidos, humillados, despreciados por el actual y anterior gobierno, terminando el 2019 sin que se les pague el Derecho Constitucional del estímulo pecuniario y por consiguiente pasarán una Navidad sin dinero.
Igualmente con las otras festividades por concluir y comenzar el nuevo año, que el 2020 se hagan realidad todos los sueños, ilusiones y esperanzas, aspirando que, aunque parezca imposible, lograremos que varios de estos sueños se harán posibles. (O)
Lic. Ricardo Ordóñez Jaramillo