“No soy una candidata de familia o hija de un gran empresario, no tengo un banco o el aval de un gran líder que ampare mi candidatura. Represento a un movimiento que viene golpeado pero con un sueño vigente desde el 2006”. Así describe la exasambleísta Ximena Peña su inscripción en la papeleta presidencial para las elecciones del 7 de febrero de 2021.

La candidata de Alianza PAIS menciona que su historia es la de muchos ecuatorianos que han atravesado experiencias similares, pues de muy joven tuvo que migrar como ilegal a Estados Unidos para mejorar sus condiciones de vida.

En esa nación fue una ‘mojada’ más, como miles de latinos que se adaptan a una nueva cultura, un idioma distinto, acceden a la educación pública y se superan día a día. En 2013 volvió al Ecuador como asambleísta por los migrantes de Norte América y hoy, siete años después, aspira a ser la máxima autoridad del país.

Ximena Peña es también la única candidata mujer al sillón de Carondelet, tampoco pertenece a una clase social alta o a las élites de Quito o Guayaquil. “Esta historia de vida es la de cualquier ciudadano de a pie", comenta.

La exlegisladora conversó con El Telégrafo sus propuestas y programas de gobierno para el periodo 2021 – 2025, al que espera acceder por un triunfo electoral junto a su compañero de binomio, Patricio Barriga, en los comicios de febrero.

Ecuador está sumido en una crisis económica mundial por la propagación del covid-19 desde marzo de 2020. Ximena Peña plantea como propuesta de reactivación económica la entrega de una renta básica universal para las personas que hayan perdido su trabajo o estén a punto de pasar a la pobreza, como consecuencia de la pandemia.

“Lo haremos con el propósito de incentivar la economía a través del consumo diario que estas personas realizan. Fortaleceremos la demanda de productos, lo que se va a traducir en mayores ventas”, sostiene. También planea la inyección de créditos (entre 500 y 20.000 dólares) para sectores minoritarios como la micro, pequeña y mediana empresa o la economía popular y solidaria.  

Además contempla solicitar a la banca privada un compromiso para contribuir en la reactivación. Para ello considera que el historial crediticio no debe ser un requisito que se incluya en las exigencias de los préstamos porque es muy complicado de cumplir para los ciudadanos. Espera que estos créditos cuenten con “facilidades, bajo interés y tiempo de pago prudente”.

Para generar el empleo indica que se otorgarán incentivos para la contratación de mujeres, jóvenes y personas que superen los 50 años. Además controlarán las importaciones para garantizar el trabajo en la industria nacional, al evitar que se traigan bienes que podrían producirse en el país. En cuanto a la dolarización, Peña asegura que será fortalecida.

“Desde la Presidencia de la República no intervendré en los procesos de fiscalización que la Asamblea Nacional tenga que llevar a cabo”, anticipa. Tras los casos de corrupción que se han registrado al interior del sector público, la exparlamentaria aclara que si un funcionario de su gobierno tiene problemas por corrupción deberá salir del Ejecutivo y responder ante las autoridades.

Su vicepresidente, Patricio Barriga, realizará un análisis del sector público para presentar mecanismos y propuestas de profesionalización que mermen la corrupción. Por ejemplo, Ximena Peña se opone a la gran cantidad de plazas de libre remoción en el sistema de salud, donde se realizan cambios constantes en las gerencias de los hospitales.

“Se necesitan seis o siete años para una buena administración. Esos cargos deben ser ocupados por profesionales que conozcan esa institución, hayan demostrado buena conducta ética, récord académico y formación continua permanente”, explica. Para ello plantea concursos de méritos y oposición.

Sin embargo, dentro de su política de cero tolerancia a la corrupción contempla el combate a la evasión tributaria en el sector privado. “Obligaremos a que todos cumplan la ley”, sentencia.

Ximena Peña ya sabe lo que es formar parte de la función Legislativa. Esa experiencia le permite detectar cómo fortalecer las relaciones con la Asamblea Nacional. En su administración propone aplicar nuevos mecanismos para el relacionamiento entre ambas partes.

“Será un trabajo cercano al Parlamento, no para repartir espacios de poder sino para una retroalimentación eficiente para la implementación de política pública, a través de leyes y reglamentos”, apunta.

Su plan de gobierno señala que habrá una redistribución de recursos para garantizar la educación. Peña comenta que revisarán el tema tributario para conocer los recursos económicos con los que cuentan para este fin.

Su propuesta también se centra en fortalecer las carreras técnicas, principalmente para no coartar la posibilidad de estudio a jóvenes que por razones económicas u otros motivos no ingresan a una carrera de larga duración.

Su experiencia personal hizo que replantee este concepto y lo inserte como propuesta de campaña. En su juventud no tuvo los medios económicos para acceder a una carrera universitaria tradicional, así que inició con una técnica mientras trabajaba durante el día.

“Luego pude transferirme a una universidad de cuatro años. Mientras yo estudiaba esos dos años de carrera técnica trabajé y mejoré mi condición laboral”, narra. Es así que promoverá programas educativos para la profesionalización de los jóvenes antes de que emprendan su siguiente paso académico.

“Será un gobierno para las mujeres”, declara la exasambleísta. Dentro de su plan de gobierno está una propuesta de justicia económica para las mujeres y garantizar su acceso a la educación superior. También se refiere al fomento productivo de la mujer ecuatoriana, que al igual que los hombres requiere líneas de crédito y plazas de trabajo.

Su eventual gabinete ejecutivo será paritario, donde prime una visión de igualdad y lucha de derechos. “Se nos asesina y el Estado no invierte de manera efectiva en los derechos de niñas y mujeres del país. Por eso Ximena Peña está en la papeleta”, puntualiza.

Una de sus propuestas en el tema educativo es que existan cupos a la universidad para sectores excluidos y que así se logre que un porcentaje de mujeres de la ruralidad estudie una carrera.

Además, unas de las problemáticas en las que trabajarán será el embarazo adolescente. “El Estado no invierte adecuadamente en políticas de embarazo adolescente y por eso deja de percibir cerca 270 millones de dólares, según un estudio de UNICEF”, agrega.

La candidata de Alianza PAIS se opone a la operación minera que contamine el agua de los ríos. Sin embargo, aclara que no descarta apoyar proyectos mineros con grado de sensibilidad ambiental. “Son fundamentales los controles ambientales y que en Ecuador se armonice toda la reglamentación y normativa de acuerdo a estándares internacionales”, indica.

Otra de sus propuestas es conseguir una minería responsable que sirva como fuente de ingreso, así como fortalecer a los sectores estratégicos del Estado que están en relación directa con esta actividad. Establecerá estándares para que los funcionarios de esas áreas no ignoren los controles ambientales por temas de corrupción. (I)