Cuando la Navidad se aproxima, los palestinos no caminan apurados con paquetes de regalos. Su Navidad es austera, pero no menos alegre. Nabil Zabana Fanous, palestino cristiano ortodoxo, cuenta que para los palestinos lo más importante es la unidad familiar. “Cuando llega esta fecha, que para nosotros es el 6 de enero, visitamos a los familiares, primos, sobrinos, tíos y hermanos. Si una familia se queda en la casa de un pariente cercano, las otras se distribuyen para visitar a otros familiares; se van intercalando”. El propósito —dice— es aprovechar la fecha para estrechar los lazos familiares.

Nabil nació en Palestina, pero cuando tenía 2 años tuvo que salir de esa ciudad por los conflictos suscitados en la región. En aquella época, se proclamó la creación del Estado de Israel en territorio palestino. Los conflictos intermitentes que tuvieron lugar durante los siguientes meses provocaron miles de desplazados en ambos sentidos: árabes de la zona israelí fueron obligados a movilizarse a las vecinas Gaza y Cisjordania, y también a otros países árabes más alejados.

“Los encargados de los ejércitos árabes nos dijeron que teníamos que llevar solo lo indispensable y que cerráramos la casa, porque en una semana ya regresábamos”. Nunca volvieron y hasta ahora guardan la llave de su vivienda. Se radicaron en Jordania.

Debido a los conflictos geopolíticos, muchas familias palestinas, como la de Nabil Zabana, se vieron obligadas a exiliarse y se radicaron en esta región. Nabil era el menor de 8 hermanos, todos, excepto él, viven en Jordania. Tras finalizar sus estudios en el área de Farmacia, en España, decidió venir a Ecuador, donde vive desde 1975. “Conocí a mi esposa palestina en España y ambos quisimos venir a Ecuador”. Nabil es ahora propietario de una farmacia en el norte de Quito y muchos lo conocen como el doctor Nabil, un hombre carismático a quien le gustó mucho Ecuador y donde tuvo a sus hijos y nietos. “Todos son ecuatorianos”, aclara. Fátima Andrade, cliente de su farmacia, comenta que el doctor conoce mucho sobre remedios y que “evita vender un medicamento cuando no hay receta”.

Nabil advierte que en Navidad, las familias palestinas preparan los dulces árabes en los que se utilizan sémola, nueces, dátiles”. No comen pavo, sino un pollo relleno con arroz y especies, pero no es un plato tradicional que deba servirse en Navidad. Lo consumen cualquier día del año. Para Nabil, el pavo es una costumbre muy occidental que los ecuatorianos han introducido en sus celebraciones. La Navidad en el mundo árabe es diferente a la occidental.

De todas maneras, los motivos navideños pueden verse en muchas casas y calles de las principales ciudades, así como la presencia del popular árbol de Navidad.

A principios de diciembre, la ciudad de Belén encendió el árbol en la Plaza del Pesebre, junto a la Basílica de la Natividad para marcar el inicio de las celebraciones. A la ceremonia asistieron centenares de personas de todas las confesiones. “Este acto es muy sencillo y se realiza en Belén, donde nació Jesucristo, quien también es palestino”, enfatiza Nabil. Este año, miles de palestinos abarrotaron la plaza del Pesebre en Belén para inaugurar la Navidad. Lo hicieron bajo el lema: “Esta Navidad solo quiero justicia”.

Diferentes fechas

La Navidad, desde el punto de vista católico, se celebra la noche del 24 de diciembre, en cambio los ortodoxos la festejan el 6 de enero, porque mantienen una tradición que viene de los siglos I y II, cuando esta fecha y el Día de Reyes eran una sola. Según se cree, el 25 de diciembre fue la fecha adoptada en Roma en el siglo IV, tras la conversión del emperador Constantino I al cristianismo.

Nabil explica que en todos los países que profesan el cristianismo ortodoxo celebran la Navidad el 6 de enero. Los armenios la conmemoran a mediados de este mes. Hay quienes dicen que en Belén se celebran 3 Navidades, en 3 fechas diferentes y que corresponden a ritos diferentes: latino, ortodoxo y armenio. Esto se debe a que cada rito sigue un calendario diferente. Los ortodoxos se guían por el calendario juliano; los latinos siguen el gregoriano y los armenios se rigen por su propio calendario.

En Jordania, donde se radicó la familia de Nabil, muchas de las festividades se celebran en la ciudad de Fuheis. A pesar de la distancia, Nabil no ha dejado de visitar a sus hermanos. Cada año, viaja a ese país que lo acogió cuando su familia tuvo que abandonar Palestina.