Una de las oficinas de la Embajada se convierte en dormitorio
Hasta ahora Julian Assange mantiene la calma. Se encuentra en buen estado de ánimo y mantiene intensa atención con todo lo que se publica, dice y reflexiona desde que decidió entrar en la sede diplomática ecuatoriana, el martes pasado por la tarde, en Londres.
Una fuente diplomática comentó a Diario El Telégrafo que luego de conversar largamente con Assange, tras su arribo a la Embajada, se concentraron en organizar su estancia.
Para ello, una de las oficinas se ha transformado en un dormitorio. Se han adecuado las condiciones necesarias para que la permanencia del fundador de WikiLeaks, “dure el tiempo que dure”, sea lo más cómoda, dadas las circunstancias.
Por ahora, la tensión está más ligada a lo que pueda ocurrir con la decisión ecuatoriana para aceptar la solicitud. Y por eso Assange se mantiene conectado al Internet y con sus compañeros más cercanos, por esa misma vía.
Del mismo modo, en los exteriores de la Embajada, ubicada en Uganda House 58-59, Trafalgar Square, la presencia de medios de comunicación alteró la normalidad de la vida de los vecinos.
Además, desde ayer, muy temprano, la policía británica se instaló para mantener la seguridad del área, pero también para detener a Assange, en caso de que salga, tal como lo dispuso el mando.
Además, muchos fotógrafos y camarógrafos, de las más importantes cadenas internacionales de prensa hacen guardia 24 horas del día por lo que pueda pasar en la Embajada ecuatoriana.