Sede del Ministerio del Deporte sirvió para analizar el caso
La jornada empezó en la mañana cuando el presidente Rafael Correa realizó sus actividades de despacho desde el Ministerio del Deporte, lugar al que acostumbra acudir para estar más cerca de su casa.
Primero mantuvo una reunión con los ministros coordinadores sobre temas de infraestructura, para después recibir la visita del procurador del Estado, Diego García; del secretario Jurídico de la Presidencia, Alexis Mera; del secretario particular del Presidente, Gustavo Jalkh; del canciller Ricardo Patiño, y del vicecanciller Marco Albuja.
No cabía duda, el caso Assange los había convocado. Y es que Patiño, quien portaba una carpeta voluminosa, así lo aseguró. “No quiero adelantar nada, el informe se lo daré al Presidente”, manifestó el canciller a los pocos periodistas que se encontraban en el lugar.
Enseguida, el acceso a la prensa fue restringido, por ello todos los periodistas permanecieron en el parqueadero a la espera de que saliera el Mandatario y el resto de autoridades. Mientras, personal de seguridad merodeaba por el corredor del segundo piso del edificio, en donde se encuentra el despacho ministerial.
Cerca de las 13:30, García fue el primero en salir y sin decir ni una sola palabra se fue. Apenas llevaba una carpeta con el membrete de su institución. No pasaría ni 10 minutos y enseguida el personal de seguridad autorizó a los periodistas el ingreso.
Jalkh y Mera aparecieron sonrientes y sin dar declaraciones le cedieron la palabra a Patiño, quien guió a los periodistas hacia la entrada frontal del Ministerio para facilitar la salida del Presidente. “Tengo importante información que darles y les ruego que acudan a la Cancillería a las 15:30. Mañana (hoy) tendremos otra declaración”, concluyó el ministro.