El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, continúa en la Embajada ecuatoriana en Londres en calidad de invitado especial hasta que obtenga una respuesta formal sobre su pedido de asilo a Ecuador.

Este tema ha generado inquietud internacional por las posibilidades que tiene Assange de evitar la extradición a Suecia, en donde es acusado de supuestos delitos sexuales.

En el país, los juristas analizan cuáles son las alternativas para aplicar en este caso. Uno de ellos es Iván Castro Patiño, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Guayaquil. Él manifestó que Ecuador debe tomarse el tiempo que sea necesario para determinar una decisión correcta en este caso, pues debe asegurarse de que no se está protegiendo a una persona acusada de un delito común, sino a un verdadero perseguido político.

“Obviamente es un error conceder el asilo si no se toman las precauciones necesarias, para que no se genere un problema para el país, pues se entraría en un proceso delicado con Inglaterra y Suecia; el primero, porque es el país en donde está el implicado y el segundo, porque es el que reclama la extradición para seguirle un juicio penal sobre abusos sexuales”, dijo.

La teoría es apoyada por el ex subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores, Carlos Estarellas Velásquez, quien detalló que se deben tener en cuenta los delitos comunes para no aceptar la solicitud. Resaltó que la valoración de estos delitos es potestad del Estado que concede la protección.

Y es que el problema básico es cómo trasladar a Assange de Londres a Quito, porque necesitará un salvoconducto que debe ser solicitado por Ecuador al Gobierno británico.

“Al negar el salvoconducto, Ecuador debería acudir a una Corte Internacional en un proceso contra Inglaterra para obtener este recurso. Algo similar a lo que sucedió en Perú cuando Raúl Haya De la Torre se refugió en la Embajada colombiana en el país sudamericano y vivió casi 5 años en sus instalaciones”, recordó Estarellas.

Actualmente, el fundador de WikiLeaks se encuentra bajo la protección de la Embajada ecuatoriana en Londres hasta que Quito se pronuncie sobre su pedido. En ningún tratado internacional se establece algún plazo para responder. De hecho, hay varios casos en el mundo de personas que han vivido varios años en embajadas.

Assange no puede ser detenido mientras permanezca en la Embajada ecuatoriana, pues no es parte del territorio británico, pero una vez que él salga del lugar, la Policía inglesa lo apresaría por haber violentado el arresto domiciliario.

Internacionalmente también se manejan varias hipótesis, como lo que publicó el diario inglés The Telegraph, en el que se afirma que Assange solo podría salir si Ecuador lo nombrara como su representante ante la ONU. Teoría que fue rechazada por Estarellas, pues indicó que primero el periodista debería ser ecuatoriano.

Mientras que esta situación se aclara. Assange manifestó que “la libertad de expresión en Ecuador no es diferente a la que se aplica en Reino Unido”, declaraciones emitidas en su primera entrevista desde la Embajada ecuatoriana.

Dentro del diálogo  relacionó la opinión que tiene Human Rights Watch sobre Ecuador con el contencioso entre  Chevron Texaco y el Estado sudamericano, ya que la primera  es una empresa de Estados Unidos. “Ha habido un montón de peleas entre los EE.UU. y Ecuador...  sería feliz si me conceden el asilo, porque entienden las dificultades cuando se enfrenta a los Estados Unidos”, detalló el periodista.

Denunció que hace poco dos personas fueron detenidas e interrogadas por miembros del FBI en un aeropuerto estadounidense, donde les preguntaron sobre “mi organización y les solicitaron convertirse en informantes”. Asimismo criticó a su país, Australia, por dejarlo en la indefensión.