El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, desmintió una publicación del diario británico The Guardian en su edición electrónica, en la que se afirma que el mandatario ha decidido ya conceder el asilo político al fundador de WikiLeaks, Julian Assange.

"Rumor de asilo a Assange es falso. Todavía no hay ninguna decisión al respecto. Espero informe de Cancillería", escribió el Jefe de Estado en su cuenta en Twitter.

En su nota de este martes, The Guardian cita a un funcionario en Quito supuesto conocedor de las discusiones del Gobierno sobre el caso, pero no lo identifica.

Más tarde, en un conversatorio con los medios de comunicación en Guayaquil, Correa reiteró que la noticia es falsa y lamentó que un diario que consideraba "serio" haya emitido información no oficial, al tiempo que explicó que aún no ha podido reunirse con las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores que estudian el caso, quienes tienen que presentarle un informe jurídico. Se prevé que la reunión se produzca el miércoles.

"No he podido todavía tener la reunión con Cancillería, donde me van a presentar el informe jurídico sobre la situación del señor Assange, y si es procedente o no otorgarle el asilo. Espero tenerla el día de mañana", señaló el Mandatario.

Sin embargo añadió: "Creo que ni mañana voy a poder tenerla, porque estoy desbordado con la agenda".

"Cuando tomemos una decisión vamos a explicar los argumentos y el marco jurídico que utilizamos, el análisis que hicimos para otorgar o no el asilo a Julian Assange", puntualizó.

El lunes por la noche, en una entrevista en Ecuador TV, el Jefe de Estado confirmó que los informes sobre la solicitud hecha por el australiano, "ya están listos" y que serán revisados con el objetivo de dar una respuesta a ese pedido "esta misma semana".

El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, había anticipado días atrás que una resolución se tomaría sólo después de que concluyeran los Juegos Olímpicos. El Gobierno en reiteradas ocasiones ha indicado que la decisión será "soberana".

Julian Assange, de 41 años, se encuentra desde junio pasado en la embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió para evitar su extradición a Suecia que lo requiere para que responda por unas denuncias de supuestos delitos sexuales en su contra.

El fundador de WikiLeaks ha negado los cargos y sospecha que hay una "persecución" política en su contra por haber difundido cables diplomáticos sobre varios gobiernos, entre ellos Estados Unidos.

Las autoridades ecuatorianas sopesan el riesgo de que sea juzgado por razones políticas y pudiera ser condenado a muerte, en el caso de ser extraditado a EE.UU., donde podría ser sentenciado por filtrar cables diplomáticos.