El ex juez español Baltasar Garzón anunció que liderará la defensa legal de Julian Assange y WikiLeaks. El objetivo es desarrollar una nueva estrategia jurídica en el caso. Garzón es veedor del proceso de reforma judicial en Ecuador.

Por otro lado, la abogada de Assange, Gareth Peirce, pidió al gobierno de Australia que apoye a su cliente, lo cual fue rechazado. A continuación reproducimos la carta de Peirce y la respuesta del país oceánico.

CARTA DE ABOGADA DE ASSANGE

Estimado Sr. Pascoe
ASUNTO: Julian Assange

Gracias por su correo del 25 de mayo. El Señor Assange efectivamente tiene varias preocupaciones que le estoy haciendo llegar a usted por medio de la presente. Puede ser que a través de usted, éstas puedan llegar a los ministros competentes en Australia. Es nuestra percepción que para ellos es deseable estar enterados de estas preocupaciones de gran importancia.

Muchas de éstas atienden a la necesidad de un contacto urgente entre el gobierno australiano y el sueco, entre el gobierno australiano y el de Estados Unidos de América, y entre el gobierno australiano y el de Reino Unido. Sabemos, por información facilitada por Jennifer Robinson, que durante una reunión reciente de ella con la Fiscal General, celebrada en abril de 2012, se discutieron varios de estos temas. Es por ello que enviamos esta comunicación, de forma paralela, a la oficina de la Fiscal General.

1. Con referencia a Suecia: El señor Assange solicita que el gobierno australiano pida las siguientes garantías al gobierno de Suecia:

(a) Que pida una garantía respecto de su posible extradición a los Estados Unidos de América. El señor Assange tiene entendido, como resultado de la reciente reunión entre la Fiscal General y Jennifer Robinson, que la posición del gobierno australiano es que prefiere que cualquier extradición sea solicitada a Australia y no a una jurisdicción de un país extranjero. Si éste fuere el caso, por supuesto que sería apropiado que el gobierno australiano pidiera aquellas garantías por canales diplomáticos para asegurarse de que esa posibilidad pueda llevarse a cabo, si es que el señor Assange fuera extraditado a Suecia desde el Reino Unido.

(b) Que pida información a Suecia, si es que no lo ha hecho ya, de los motivos de Suecia para no utilizar los mecanismos de asistencia legal mutua o métodos equivalentes para interrogar a Julian Assange desde Londres. Sabemos por Jennifer Robinson que la Fiscal General considera “extraño” que el señor Assange se encuentre bajo custodia durante 18 meses sin enfrentar cargo alguno y que además dijo que no entendía cómo esto podía ser conforme a principios generales de justicia. (Tal vez el gobierno australiano ya ha planteado la cuestión a Suecia, pero si éste fuere el caso, el señor Assange no está informado de este hecho).

(c) Preguntar si se le permitiría al señor Assange permanecer bajo condiciones similares a aquellas a las que está sometido en Reino Unido (bajo arresto domiciliario con horas estipuladas en las que puede moverse libremente), mientras el caso está siendo investigado y durante el proceso, en caso de ser extraditado a Suecia. (Sus abogados suecos le han informado que los fiscales se han negado a negociar alternativa alguna a la prisión preventiva, a pesar de que el señor Assange ha cumplido con sus condiciones de libertad bajo fianza en Inglaterra durante casi 18 meses).

(d) Que se le garanticen sus condiciones en caso de ser enviado a prisión preventiva, por muy corto que sea dicho período, incluyendo garantías  de acceso a visitas, a una computadora, etc.

(e) Solicitar garantías que le permitan al señor Assange hacer uso del derecho a servir su condena en Australia, de conformidad con los tratados y acuerdos de transferencia de prisioneros.

(f) Que el gobierno australiano presente una queja al gobierno sueco teniendo como causal los continuos comentarios públicos negativos de parte de los funcionarios de más alto nivel del Ejecutivo así como de diversas personalidades de la política australiana, incluyendo al Primer Ministro, la Ministra de Justicia y el Ministro de Asuntos Exteriores, ya que esto potencialmente interfiere con su derecho a recibir un juicio justo, teniendo dichos comentarios implicaciones no solo en Suecia sino también en los Estados Unidos de América, si se quisiera levantar cargos contra él en dicho país.

(g) Que el gobierno australiano facilite un salvoconducto hacia Australia para que el señor Assange, si es puesto en libertad en Suecia, pueda viajar de vuelta a Australia. Él necesita dicha garantía  dada la incertidumbre de las relaciones políticas de los países intermedios a través de los cuales el señor Assange tendría que viajar para volver a su país.

2. Respecto de los Estados Unidos de América: El señor Assange solicita que el gobierno australiano pida las siguientes garantías:

(a) Que los Estados Unidos de América no procesará penalmente al señor Assange. Parece ser una práctica común en el mundo diplomático – de forma particular el gobierno de los Estados Unidos de América a menudo busca garantías de otros estados para que éstos no procesen penalmente a sus ciudadanos y agentes. Jennifer Robinson entendió en su conversación con la Fiscal General que efectivamente, tales garantías pueden solicitarse al gobierno de los Estados Unidos de América, y que es completamente pertinente que Australia solicite tales garantías en este caso, ya que concierne a un ciudadano australiano con  relación a asuntos que giran en torno a las garantías otorgadas por la Primera Enmienda así como protecciones de libertad de expresión; además de tratarse de un caso reconocido como de gran importancia, que podría crear un precedente alarmante para la libertad de expresión.

(b) Una garantía de Estados Unidos de América que si el señor Assange fuera extraditado, éste estaría en libertad bajo fianza, en espera de la resolución de su caso, por las mismas razones que se han explicado en relación a Suecia; que ha cumplido con las condiciones de libertad bajo fianza en Inglaterra durante casi 18 meses, lo cual demuestra que no existe peligro de fuga. (El Reino Unido solicitó y obtuvo una garantía similar de Estados Unidos de América  en el caso de los acusados del caso National Westminster Bank).

(c) Pedir que, si se da la extradición, el juicio y una sentencia en Estados Unidos de América, que sea cual sea la sentencia que se dicte, ésta sea cumplida en suelo australiano, de  conformidad con los tratados y acuerdos regulares de transferencia de prisioneros. (Reitero que tales garantías pueden obtenerse antes de que se dé la extradición).

(d) Que se obtenga una garantía de que no se le impondrán medidas administrativas especiales (SAMS, por sus siglas en inglés) al señor Assange, si éste se encuentra en custodia, por muy corto que sea el plazo, y que se le asegure que podrá tener libertad de acceso bajo condiciones de confidencialidad con sus abogados y otros visitantes antes del juicio, además de acceso a una computadora y otros requerimientos necesarios para su trabajo.

(e) Que todos aquellos altos mandatarios de Estados Unidos de América que hicieran declaraciones prejuiciosas en contra del señor Assange (hasta el propio Vicepresidente), se retracten de inmediato. Estas declaraciones ponen en serio peligro la posibilidad de un potencial juicio justo al señor Assange.

(f) Una garantía de que los individuos asociados a WikiLeaks y el señor Assange dejen de ser blanco de ataques o acosados por agentes del FBI, incluyendo a aquellos individuos quienes han sido detenidos recientemente, interrogados y presionados para volverse informantes de los agentes del FBI.

3. Respecto del Reino Unido:

(a) Solicitar garantías del Reino Unido que el señor Assange no sea entregardo a los Estados Unidos de América por parte del Reino Unido.

(b) Solicitar garantías del Reino Unido para que, en caso de que el señor Assange fuera entregado a cualquier otro país desde el Reino Unido, que ese Gobierno obtendrá  garantías diplomáticas que obliguen a que el señor Assange sea retornado a Australia desde ese mismo país y no entregado a cualquier otro Estado.

(c) Que dadas las frágiles relaciones políticas de países por los cuáles el señor Assange tiene que transitar en su retorno a Australia, el gobierno del Reino Unido garantice el salvoconducto hacia Australia  para que el señor Assange pueda volver a su país si su situación jurídica se lo permite.

Todas las situaciones enumeradas anteriormente son las preocupaciones del señor Assange y estaremos más que agradecidos si usted se asegura que ellas serán transmitidas tanto al Ministerio de Relaciones Exteriores de Australia como a otros ministerios que por su competencia usted considere conveniente informar.

Sinceramente,

Gareth Peirce
abogada de Julian Assange