El creador de WikiLeaks, Julian Assange, concedió una entrevista al medio argentino Página 12 en donde explicó los fundamentos de su organización, así como sus inicios y la postura de Suecia en su caso.

Respecto a la supuesta presión que EE.UU. ejerce sobre Suecia para que lo extraditen por presuntos delitos sexuales, señaló que “lo que pasa en mi caso es que simplemente un país ya sabe lo que sus amigos quieren, entonces hace lo que les gusta y recibe una palmadita en la espalda”. Aunque manifestó que según publicaciones de otros medios existen conversaciones informales entre los dos países para su extradición.

Y sobre el sistema de justicia aplicable en Suecia y la libertad de expresión detalló que “la falta de quejas en contra de un sistema no significa que éste sea libre.

El sueco no es tan controlante en cuanto a que la policía no golpea la puerta de la gente. Es controlante en cuanto al clientelismo que existe en Estocolmo. Entonces hay muchas cosas que no se pueden decir de ninguna manera en la prensa sueca.

Tiene que ver con que el 60 por ciento de los medios de comunicación suecos están controlados por el grupo Bonnier y la red de periodistas se fusionó con la red de políticos y empresarios”, afirmó.

Enfatizó que con la publicación de cerca de un millón de documentos “se han afectado elecciones, revoluciones;  hemos empujado las fronteras de lo que es aceptable publicar; revelamos algo importante acerca de la hipocresía de Occidente, revelamos la corrupción de los medios”.