El presidente de la República, Rafael Correa, aseguró ayer que Ecuador tomó la decisión de entregarle el asilo diplomático a Julian Assange después de analizar su situación de una manera soberana “sin tener que pedirle permiso a nadie” y afirmó que su Gobierno defiende los derechos humanos sin pensar “en pérdidas o ganancias” comerciales con otros países.   

“No vamos a calcular los derechos de una personas en términos de pérdidas o ganancias, de comercio, eso nos parece atroz. Al menos para este gobierno, para este país pequeño, pero con un pueblo grande, esas cosas son inadmisibles. Actuamos por ética, por principios, no por pérdidas y ganancias” contestó Correa en un conversatorio con medios de comunicación internacionales en Guayaquil en el que se le interrogó sobre las “consecuencias” comerciales que habría tras esa decisión. 

Correa lamentó que exista “la mercantilización de todos los aspectos de la vida” debido a la crisis mundial. A pesar de estos escenarios -dijo el gobernante- “al menos en el caso del Ecuador, los principios no claudican”.

El Jefe de Estado reiteró que “no se han perdido las esperanzas” de que Reino Unido entregue el salvoconducto para que Assange asuma su estatus de asilado. En este punto, afirmó que Ecuador “ha dialogado” y no “negociado” con Inglaterra. “Siempre hemos estado dispuestos a escuchar opiniones y buscar soluciones (...) Jamás hemos negociado nada”, dijo.  

De la misma manera, el Mandatario celebró que Suecia haya dicho que no extraditará a Assange a un país con pena de muerte, pero le pidió que no salieran “con eufemismos” al recordar que en Estados Unidos también existe la cadena perpetua que, para Correa, es una “pena de muerte en vida”.