De la llamada de Obama solo se destaca lo obvio
El contenido de una llamada del presidente Obama a Rafael Correa, producida el 10 de junio de 2009, en la que habría “abogado” por la Libertad de Prensa fue tomada como pretexto por los medios de comunicación para levantar una nueva oleada de críticas sobre la libertad de expresión.
La Embajadora incluso resaltó en el cable (09QUITO449) emitido el 15 de julio de 2009 que la “(…)Cobertura de medios de comunicación se centró en el mensaje de libertad de prensa del presidente Obama”, que habría llegado, dice, “en el momento en que el Consejo Nacional de Telecomunicaciones (CONARTEL) estaba tomando acciones administrativas en contra de la estación de televisión Teleamazonas que podrían conducir a su cierre”.
La funcionaria se abstiene de describir las razones por las cuales el canal de Fidel Egas enfrentaba tres procesos legales por parte de las autoridades del Consejo Nacional de Telecomunicaciones CONARTEL: el primero, por haber incumplido la prohibición de pasar programación taurina en el horario comprendido entre las 06:00 y las 21:00, prohibición que fue fijada mediante una resolución del propio CONARTEL; el segundo, instaurado por las autoridades, por considerar que la emisión de una noticia basada en supuestos pudo provocar conmoción social. La noticia en cuestión informó sobre la existencia de un centro clandestino de conteo de votos que posteriormente fue desmentida por el propio medio, argumentando que se hicieron eco de la misma “como versión de políticos”.
Y tercero, relacionado con la exploración de gas en la Isla Puná, en el golfo de Guayaquil, por parte de la petrolera PDVSA, por emitir información falsa al decir (Teleamazonas) que la operación afectaría la pesca por un tiempo de seis meses. La población de la zona basada en la noticia impidió el funcionamiento del taladro de perforación que debía ser inaugurado por el presidente Rafael Correa y su homólogo de Venezuela, Hugo Chávez.
En el mismo cable, la Embajadora analiza las inversiones del Gobierno en materia de publicidad, tomando como fuente la revista Vanguardia y realiza sus propias interpretaciones “(…)Correa gasta 11 millones de dólares en publicidad (…) Teleamazonas obtiene 1,3 millones de dólares. Irónicamente, la estrategia de Correa para desacreditar a la prensa sería menos efectiva sin la propia prensa y específicamente la prensa privada".
En el 2004 el país se convirtió en observador de una descarnada lucha entre dos sectores económicos de poder que, utilizando los medios de televisión de su propiedad, ventilaron sus diferencias. Los canales TC Televisión, de propiedad entonces de los hermanos Isaías -prófugos de la justicia-, y Teleamazonas, de propiedad del banquero Fidel Egas, propiciaron una larga telenovela con mutuas acusaciones.
El 13 de octubre del 2004 (04QUITO2740), la embajadora Kristie Kenney detalla las razones del enfrentamiento e informa, además, sobre los impasses entre Lucio Gutiérrez y la prensa, específicamente con el periodista Diego Oquendo por haber difundido una entrevista con el ex ministro de su gobierno, Patricio Acosta, quien denuncia que el mandatario habría recibido dinero de las FARC para su campaña, además de la acusación a varios periódicos por “decir verdades a medias”.