El exmilitar Miguel Ángel Nazareno Castillo, conocido en Quevedo como “Don Naza”, fue un sargento que pidió la baja al Ejército Ecuatoriano para dedicarse a actividades ilícitas. Se hizo conocido por conseguir que miles de ecuatorianos le entreguen sus ahorros en dos meses, bajo la promesa de duplicarlos en apenas ocho días.

El Ecuador se enteró de su existencia cuando en una entrevista a un medio regional, en Quevedo, el pasado 25 de junio del 2021 dijo: “Soy Miguel Nazareno, descendiente de esmeraldeño, radicado en Quevedo hace más de 33 años y soy gerente propietario de Big Money“.

Promesa de multiplicar el dinero

Nazareno ofrecía a las personas ser inversionistas de su empresa, Big Money, y los convencía entregándoles canastas de víveres, colchones y electrodomésticos. “Cada inversionista nos entrega parte de su dinero y le damos un interés por su dinero. El dinero es de ellos, nosotros trabajamos ese dinero“, señaló en la misma entrevista con Al Día.

Como garantía de que el dinero estaba seguro, “Don Naza” y su gente, entregaban unos recibos en los que constaba el monto invertido y el día en que tenían que ir a recibir la devolución prometida.

El mensaje de Nazareno llegó a los pobres, que creyeron esta sería una manera de mejorar su situación económica, afectada por la pandemia. Por ejemplo, ciudadanos que entregaban 300 dólares, en 8 días recibirían 570. Sus clientes pasaron de 40 personas a más de 5.000 inversores de todo el país. Sin embargo, el modelo de negocio dejaba más dudas que certezas para las autoridades.

Sus supuestos negocios

Los recibos que “Big Money” entregaba, en realidad, eran facturas autorizadas por el SRI para cobrar por la reparación de electrodomésticos. No obstante, “Don Naza” aseguró que el dinero era utilizado para un sinnúmero “inversiones en lo que es madera, tecnología, víveres de consumo masivo y línea blanca”.

Huye de la Policía

Cuando la Policía Nacional fue a buscarlo por el presunto delito de captación ilícita de dinero, no lo encontró, en su lugar los uniformados fueron recibidos con insultos por parte de los vecinos de Don Naza, en el barrio de La Venus.

Tras varios días, reapareció en redes sociales para anunciar la devolución del dinero a sus “inversionistas” y negar el cobro del 30 % y 50 % a varios aportantes por parte de ciertas personas y dijo que él no ha mandado a sellar recibos para que cobren el dinero ante su empresa.

Acusado de violación

En 2013, mientras laboraba como miembro de las Fuerzas Armadas en la provincia de Pastaza, lo acusaron de una supuesta violación a una joven de 16 años, de quien se habría aprovechado junto a otros militares.

Sin embargo, los elementos de convicción no sustentaron el delito y la justicia de este lugar lo liberó de la prisión preventiva. Meses después archivaron la causa.