Mientras la Asamblea Nacional resuelve la posible destitución del presidente Guillermo Lasso a través del artículo 130, numeral 2 de la Constitución por presunta "grave crisis política y conmoción interna", varios legisladores han señalado recibir presiones y hasta amenazas para favorecer a la salida del mandatario ecuatoriano. 

El domingo, el asambleísta Rafael Lucero fue uno de los primeros en denunciar presiones. El político de Pachakutik aseguró que un grupo de supuestos manifestantes se acercó a su domicilio en Guamote para influenciar en su voto. Esto pese a que Lucero aclaró que votaría a favor de la destitución de Lasso. 

El asambleísta Gruber Zambrano, quien conforma la Bancada por el Acuerdo Nacional (BAN), indicó que la legisladora Viviana Veloz habría instigado a que se lo declare persona no grata en Santo Domingo por negarse a votar a favor de la resolución. 

Esta mañana, Patricio Cervantes, de CREO, advirtió que una muchedumbre acudió a su domicilio en Ibarra con amenazas para que cambie su voto. El legislador anunció que no apoyaría ningún golpe de estado. 

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— john vinueza (@johnvinueza) June 26, 2022

Blanca Sacancela, quien representa a Pichincha por BAN Ecuador, relató en FM Mundo que un grupo de presuntos manifestantes habría incitado a ir a su domicilio para que apoye la destitución del mandatario. 

El debate continúa en la Asamblea Nacional, a 15 días de que la Confederación de Indígenas del Ecuador (Conaie) iniciara una serie de protestas sociales. Se requiere 92 votos para hacer efecto la ‘muerte cruzada’. En caso de que esto ocurriese, el vicepresidente Alfredo Borrero asumiría el mandato y llamaría a elecciones inmediatas.

La Asamblea Nacional se ha mantenido reunida durante tres días para resolver la revocatoria del mandato de Lasso por pedido del movimiento UNES. Las votaciones aún no han arrancado y Virgilio Saquicela, presidente del legislativo, ha dado paso a las intervenciones de varios legisladores antes de someter la resolución a votación.