Los periodistas y editores no deben permitir que los dedos se manden solos
A los dedos (pulgar, índice, medio, anular y meñique) no hay que perderlos de vista ni dejarlos tan libres, porque al menor descuido nos juegan una pasada, como ocurrió con las siguientes notas que se publicaron en el impreso y en la web, producto del mal tipeo o falta de rigor.
TEMA DEL DÍA
Fecha: 08 de julio
Página 12-13
Título: “Las coimas de Odebrecht despojan a Quito de obras”.
Se cometió un error al poner la cifra en cientos ($ 323), cuando en realidad era en miles ($ 323 mil), lo que generó confusión en la ejemplificación de lo que se pudo hacer en obras o compras para beneficio de la urbe si la corrupción no se llevaba $ 7 millones en el pago de coimas para la adjudicación de contratos a la compañía brasileña, para la construcción del Metro de Quito y la Ruta Viva.
Por un desliz, los dedos pusieron: “En el tema del transporte público, si se toma en cuenta que la adquisición de 40 articulados a la empresa Autolider costó $ 323 cada unidad en 2014, con el valor del presunto soborno pagado por el Metro y la Ruta Viva se pudieron comprar 21 buses adicionales”.
PORTADA
Fecha: 10 de julio
Título: “El cambio climático une Francia y Ecuador”.
Por error se publicó que el presidente Moreno se reúne “hoy con Emmanuel Macron en el Palacio del Elíseo”. En realidad, se reunía al siguiente día.
WEB
Fecha: 25 de junio
Título: “Buque hospital de la Armada de EE.UU. llega al puerto de Manta”.
En el pie de foto, por error de tipeo los dedos pusieron que “permanecerá del 36 de junio al 5 de julio”.
En el texto sí está correcto: “permanecerá del 26 de junio hasta el 5 de julio...”.
Bromas e ironías no se hicieron esperar y los lectores se dieron modos para hacerlo notar y que se corrija. Por ejemplo, Diego Merizalde puso en Facebook: “Los meses, usualmente, tienen entre 30 y 31 días. En ocasiones hasta 28, pero no más. Sin embargo, para El Telégrafo tiene 36. Fíjense ustedes”. La acompañó con la captura de la publicación.
Presentamos disculpas a nombre de los “dedos” que escribieron así. (O)