La pugna que enfrenta en Venezuela al presidente Nicolás Maduro y al jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se trasladó a la legación diplomática en Washington.

En la capital estadounidense, el grupo de activistas Code Pink  tomó la embajada desde el pasado 10 de abril en respaldo a Maduro. Una de sus acciones fue evitar que las nuevas autoridades designadas por Guaidó tomaran posesión de la sede.

Ayer, después de tres semanas

de tensión, los activistas  abandonaron el edificio. Los últimos cuatro miembros de esas organizaciones salieron de la legación ayer por la mañana, tras llegar a un acuerdo con la Policía en virtud del cual no serían detenidos.

Los activistas reconocen a Nicolás Maduro como el presidente legítimo de Venezuela.

Presumiblemente, una vez restaurado el edificio, pasará a ser ocupado por Carlos Vecchio, embajador del Gobierno de Juan Guaidó que reconoce EE.UU. 

El gobierno de Donald Trump expulsó a los diplomáticos venezolanos leales a Maduro a finales de abril.

Guaidó se autoproclamó presidente interino de Venezuela el pasado 23 de enero, unas semanas después de que Maduro iniciara su segundo mandato, y sumó el respaldo de más de 50 países, incluido Estados Unidos.

En las últimas semanas la crisis se agudizó con choques violentos en las calles de Venezuela, entre las fuerzas leales a Maduro y los simpatizantes de Guaidó, que ejecutan la llamada Operación Libertad para cambio de gobierno. (I)