Turquía admite que mató a 35 civiles que confundió con guerrilleros
El Gobierno de Turquía confirmó que las 35 personas muertas en ataques aéreos turco en Irak son civiles, que fueron confundidos con guerrilleros kurdos.
Hüseyin Çelik, vicepresidente del partido gubernamental AKP, indicó que según la información recibida las víctimas eran civiles que estaban practicando el contrabando de tabaco.
Çelik explicó que las Fuerzas Aéreas habían bombardeado a contrabandistas en un "accidente operacional", creyendo que se trataba de guerrilleros del proscrito Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Añadió que "se hará lo que sea necesario, dentro del marco de la ley, si hay un fallo, si se ha cometido un error", dejando abierta la posibilidad de compensar a las familias de las víctimas.
"Es un incidente triste. Entre los fallecidos hay hijos de los guardias rurales (una milicia kurda a sueldo del Gobierno, opuesta al PKK) y el hijo de un soldado veterano. En nombre de nuestro partido expresamos nuestras condolencias", sostuvo Çelik.
La copresidenta del partido prokurdo Paz y Democracia (BDP), Gültan Kisanak, criticó al Gobierno al asegurar que "conoce muy bien las rutas de los contrabandistas", y Selahattin Demirbas, también copresidente de la misma formación, anunció tres días de luto.
En numerosas ciudades del sureste de Turquía, de mayoría kurda, se registraron protestas, así como en Estambul, donde un centenar de jóvenes bloquearon durante un breve rato una arteria de tráfico principal, antes de ser desalojados por la policía con chorros de agua a presión y gas lacrimógeno.
Para mañana se esperan mayores protestas en las áreas de población kurda de Turquía.
El Ejército turco lleva a cabo campañas de bombardeos sobre objetivos del PKK en el norte de Irak, donde esa organización tiene su retaguardia y desde donde lanza operaciones contra los militares turcos.
El PKK -un grupo considerado terrorista por Turquía, la UE y EEUU- se alzó en armas en 1984 para reivindicar más derechos para los más de 12 millones de kurdos que habitan en Turquía y, desde entonces, unas 45.000 personas han muerto en la guerra no declarada entre rebeldes kurdos y fuerzas de seguridad turcas.