Centenares de personas durmieron en refugios anoche, durante la cual se sintieron nuevas réplicas y cerca de 3.000 permanecían desplazadas tras el terremoto de  5.9 grados en la escala Richter,  que el domingo sacudió  la provincia de Ferrara, región de Emilia Romagna, en el noroeste de Italia.

Durante la noche del lunes tuvieron lugar no menos de 24 réplicas de una magnitud de hasta 3.7 grados en la escala de Richter, eco del primer temblor de 6 grados que sacudió la región la noche del sábado al domingo (a las 02:00 GMT) y que dejó siete muertos en esta zona industrial y densamente poblada.

Protección Civil italiana está preparando cerca de 4.500 camas en escuelas y centros deportivos para dar cobijo a los evacuados. Según los servicios de emergencia, al menos cincuenta personas también resultaron heridas tras el terremoto y varias casas y monumentos históricos quedaron en ruinas.

Cuatro de los fallecidos en el primer temblor eran trabajadores del turno de noche, cuyas fábricas se derrumbaron. Dos de ellos murieron cuando se desplomó el techo de una fábrica de cerámicas en la localidad de SantAgostino.

El temblor llega poco más de tres años después de otro sismo de magnitud 6.3 que sacudió en marzo de 2009 la ciudad de lAquila, dejando 300 muertos y decenas de miles de personas sin casa.