La Capilla Sixtina a punto para recibir al cónclave
Ciudad del Vaticano.- La Capilla Sixtina ya está casi a punto para que a partir del martes, 12 de marzo, 115 cardenales elijan al nuevo Pontífice y en esta jornada ha sido colocada la chimenea por la que saldrá la “fumata blanca” que anunciará que la Iglesia católica tiene nuevo Papa.
El Vaticano mostró ayer el lugar en el que se elegirá al 266 papa de la historia de la Iglesia, la capilla a la que Juan Pablo II llamó “santuario de la teología del cuerpo humano”. Bajo la atenta mirada del “Juicio Final” de Miguel Ángel, decenas de empleados del Vaticano colocaban las mesas, en las que escribirán los cardenales el nombre del elegido, y las sillas, en las que se sentarán.
Ya ha sido colocada la tarima en el suelo, para evitar el desnivel que hay en la Sixtina, y la estufa que se usará para quemar las papeletas y otra de apoyo, por cuya chimenea saldrá la “fumata blanca” que anunciará al mundo, junto con el repique de las campanas del Vaticano, que hay nuevo sucesor de San Pedro.
Las mesas, muchas aún faltaban ubicarlas, eran colocadas delante de los cortinajes simulados en las paredes laterales y bajo los frescos del siglo XV que decoran las mismas paredes, obras de Pietro Perugino, Sandro Botticelli, Dómenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli y Luca Signorelli. Las mesas están cubiertas por una tela de color rojo oscuro. Cada mesa estará ocupada por nueve u once cardenales.
En medio de la capilla y bajo la famosa “Creación”, de Miguel Ángel, será colocada una mesa con un atril, sobre el que se colocará el Evangelio. Delante del altar mayor y del “Juicio Final” de Miguel Ángel ya se había colocado la mesa, aún por cubrir con la tela roja, en la que depositarán los votos. A la izquierda está la sacristía en la que se vestirá el futuro Papa.
El suelo de la capilla ha sido recubierto con moqueta beige. La estufa en la que se quemarán las papeletas y de la que saldrá la “fumata blanca” y las eventuales fumatas negras, es la misma que se ha utilizado desde el cónclave de 1939, cuando fue elegido papa Pío XII, y ha sido colocada en la parte posterior de la capilla. Es de hierro fundido, de un metro de altura y 45 centímetros de diámetro.
Consta de una portezuela inferior en la que se enciende el fuego y una superior en la que se introducirán los documentos para quemar. En la tapa superior están escritos, con un punzón, los años y meses de los cónclaves celebrados desde entonces: 1939/III, elección de Pío XII; 1958/X, elección de Juan XXIII; 1963/VI, elección de Pablo VI; 1978/VIII, elección de Juan Pablo I; 1978/X, elección de Juan Pablo II y 2005/IV, elección de Benedicto XVI.
Las fumatas negras, es decir, cuando no ha sido elegido papa, se obtendrán quemando las papeletas y paja húmeda y para la “fumata blanca” se incineran papeletas. Por segunda vez se ha unido a la estufa una auxiliar que permitirá, gracias a un mecanismo electrónico, incrementar la visibilidad de las fumatas.
El tubo interno de la chimenea es de cobre, mide 15 metros de altura y a través de una ventana de la Sixtina sale hasta el tejado. La parte externa mide dos metros y es visible desde la Plaza de San Pedro. Para garantizar el secretismo del cónclave, especialistas de la Gendarmería Vaticana harán un “barrido electrónico”, que dejará a los cardenales incomunicados con el exterior.
La Capilla Sixtina mide 40,23 metros de largo por 13,41 metros de ancho y corresponde a la que fue la Capilla Palatina del palacio pontificio, erigida en 1368.
La decoración se hizo en cuatro períodos. Al primero, bajo el pontificado de Sisto IV corresponden los cortinajes simulados y los frescos de Botticelli, Signorile, etc., pintados entre 1481 y 1482.
La segunda es del pontificado de Julio II (1503-1513), quien encargó a Miguel Ángel nuevos frescos. El artista creó, para la bóveda, la historia de la “Creación” en cinco escenas y la vida de “Noé” en tres.