Los manifestantes en contra de la emancipación salieron a las calles de Barcelona el domingo
Incertidumbre sobre si hoy se declara la independencia catalana
Barcelona, España.-
Protestas en las calles a favor de la unión de España, salida de las principales empresas catalanas ante una posible división y amenaza del presidente del gobierno central, Mariano Rajoy, de intervenir la administración catalana, es el ambiente que se vive en el país europeo tras el anuncio del gobernante catalán, Carles Puigdemont, de comprometerse a proclamar unilateralmente la independencia.
Puigdemont tendrá la primera oportunidad de hacerlo en su primera comparecencia en el Parlamento catalán tras los resultados del referéndum del 1 de octubre.
El presidente catalán y el Parlamento se comprometieron a declarar la independencia en los días posteriores al referéndum, considerado inconstitucional, si eso era lo que elegían los catalanes. El resultado fue positivo: obtuvieron más de 90% de los votos a favor, aunque con la participación de 43% del censo.
En su última comparecencia pública, hace ya seis días, Puigdemont destacó: “Tenemos más cerca que ayer nuestro deseo histórico”.
Sin embargo, el domingo, miles de personas salieron a las calles de Barcelona para manifestarse en contra de la independencia de Cataluña. Según la policía local, se contabilizaron 350.000 manifestantes, mientras que de acuerdo con los organizadores, acudieron 950.000.
El lema de la marcha, que llenó las calles con banderas españolas, fue: “¡Basta, recuperemos la sensatez!”. Mientras que en varios carteles se leía: “Nosotros también somos catalanes”.
“La pasión puede ser destructiva y feroz cuando la mueven el fanatismo y el racismo. La peor de todas, la que ha causado más estragos en la historia, es la pasión nacionalista”, señaló el escritor peruano-español Mario Vargas Llosa, presente en las manifestaciones del domingo.
Josep Borrell, exministro socialista y expresidente del Europarlamento, animó a los manifestantes a comprar una botella de cava -vino espumoso catalán- para ayudar a las empresas productoras que han sufrido una caída de ventas en el resto de España por un boicot a los productos catalanes.
“No empuje al país hacia el precipicio”, dijo Borrell dirigiéndose a Puigdemont, en el discurso que cerró la protesta.
La iniciativa fue convocada por la asociación Societat Civil Catalana y respaldada por el Partido Popular de Rajoy, el Partido Socialista de Cataluña y Ciudadanos, primera fuerza de oposición en la región.
En una entrevista publicada en el diario El País, Rajoy aseguró que está dispuesto a recurrir al artículo 155 de la Constitución, que se traduciría en la intervención del gobierno catalán, aludiendo a su exigencia de que Puigdemont renuncie a proclamar la independencia.
El artículo reza: “Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan”, el gobierno central “podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquella al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones”.
Para ello, necesitaría la aprobación del Senado, la cámara alta y territorial, donde el Partido Popular de Rajoy tiene mayoría absoluta.
“España no se va a dividir y la unidad nacional se va a mantener. Emplearemos para ello todos los instrumentos que nos da la legislación. Corresponde al gobierno tomar la decisión y hacerlo en el momento concreto la unidad nacional y la soberanía nacional”, aseguró Rajoy en el medio de comunicación español.
Sin embargo, Puigdemont insiste en que aplicará lo que estipula la ley catalana del referéndum. Además de la presión política y ciudadana en contra de la independencia catalana, la semana pasada varias empresas emblemáticas de Cataluña, como CaixaBank, Gas Natural y Banco Sabadell, decidieron retirarse del lugar. La Inmobiliaria Colonial y Banco Sabadell también anunciaron su traslado.
El ministro español de Economía, Luis de Guindos, aseguró ayer que los depositantes de los bancos que decidieron trasladar su sede social fuera de Cataluña pueden estar “tranquilos”, ya que estos seguirán bajo “el paraguas” del Banco Central Europeo (BCE). (I)
--------------------------
La peor tensión desde 1978 entre Barcelona y Madrid
Los 7,5 millones de habitantes de Cataluña están divididos sobre la secesión. Pese al auge de la división en los últimos años, los independentistas no tuvieron la mayoría de votos en las elecciones regionales de 2015, que plantearon un plebiscito a favor del proyecto soberanista, ni en las consultas de independencia en 2014 y 2017.
La crisis política creada por la consulta del 1 de octubre, declarada inconstitucional, y por años de tensión entre Barcelona y Madrid, es la peor desde 1978 y la reinstauración democrática.
The Elders (Los Ancianos), presidido por Kofi Annan, exsecretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hizo un llamado al diálogo.
En un comunicado, el grupo fundado hace una década por Nelson Mandela, Nobel de la Paz, urgió a las dos partes “a abstenerse de toda expresión o acción incendiarias”.
“La crisis constitucional que se desarrolla en España demanda diálogo y no confrontación”, indicó Annan.
“España ha avanzado mucho, sobre todo en los últimos 40 años, y hoy es una de las grandes economías del mundo y uno de los lugares con mayor nivel de derechos, de libertades, de bienestar, de progreso y de atención a las personas”, dijo Mariano Rajoy, presidente de España, en una entrevista otorgada a El País.