Desde 2010 Grecia ha obtenido más de 200.000 millones de euros de la trokia a cambio de un severo programa de ajuste que ha llevado al país a una grave recesión.

Precisamente para que esta cifra aumente a 8.800 millones de euros una amplia mayoría del Parlamento griego aprobó ayer la nueva ley, que supone el despido de 15.500 funcionarios de aquí hasta  2014.

Esta situación produjo que el domingo varios centenares de personas, frente a la Cámara Baja, protestaran por una legislación inédita, pues desde hace más de un siglo las constituciones griegas han garantizado la estabilidad de la función pública.

Desde que estallara la crisis en 2009, el Gobierno griego ha despedido a más de 200.000 trabajadores del sector público.

No obstante, la oposición y sindicatos consideran que son un paso más en la demolición del Estado de bienestar. “Todos los trabajadores tienen que levantar su voz en contra de estas políticas, tanto en nuestro país como en Europa, tenemos que coordinar nuestra lucha para revertir estas políticas”, señala Kostas Tsikrika.