La defensa de Baltasar Garzón y la Fiscalía del Tribunal Supremo español pidieron ayer la anulación del juicio contra el célebre juez por querer investigar los crímenes del franquismo, en la apertura de un proceso que despierta gran expectación dentro y fuera de España.

Mundialmente conocido por la detención del ex dictador chileno Augusto Pinochet en 1998 en Londres, Garzón, de 56 años, fue demandado ante el Tribunal Supremo por dos grupos de ultraderecha: el sindicato de funcionarios “Manos limpias” y la asociación “Libertad e identidad”.

Lo acusan de vulnerar una ley de amnistía de 1977 por haberse declarado competente en 2008 para investigar unas 114.000 desapariciones forzosas ocurridas durante la Guerra Civil española (1936-39) y la dictadura franquista (1939-75).

“Pedimos el archivo del procedimiento”, expresó   el fiscal Luis Navajas, que en las fases previas al juicio ya había pedido la absolución del magistrado por considerar que su actuación no constituye un delito.

Mientras tanto, los partidarios de Garzón se reunieron ayer ante el Tribunal  para denunciar el proceso que se abrió contra él por haber querido investigar las desapariciones. “Pienso que es un juez valiente. Es el único que se ha atrevido a investigar los crímenes franquistas”, afirmó Mercedes del Vas, con tres familiares entre las víctimas. AFP