Una de las frases más repetidas en los últimos años por funcionarios de Ecuador y Venezuela es la de que ambas naciones “están pasando por su mejor momento” en temas de integración y diplomacia. Pero si ese discurso se lo traslada a cifras el sector más fértil en estos vínculos es, sin dudas, el comercial.  

Es así que las ventas hechas desde Ecuador hacia la República Bolivariana se han incrementado en más de un 300% en la última década al observar que al principio de la primera década del siglo XXI las exportaciones hacia Venezuela alcanzaban cerca de $300 millones y en2011 los  $1.500 millones. Esta cifra derivó en una balanza positiva ante Venezuela de más de $550 millones.

Gilder Salomón Durán, segundo secretario de la oficina comercial de Proecuador en Caracas, destaca los beneficios para las exportaciones ecuatorianas que han traído las buenas relaciones entre las administraciones de Rafael Correa y de Hugo Chávez. No obstante, el funcionario agrega que la intención de Proecuador es la de seguir diversificando el mercado de productos.

Con este objetivo se están abriendo oportunidades de ventas para sectores específicos como los productos de  atún, palmito, sazonadores y artesanías. Pero si de resultados palpables se trata hay un sector que ha despuntado en 2012: el automotriz. 

En el actual año se han vendido -a través de un cupo directo dado por la administración chavista- 12.700 vehículos de las marcas Mazda, Huynday y Daewo, que son ensamblados en Ecuador.

La industria automotriz ecuatoriana, desde el año 2000 ha incrementado las exportaciones de vehículos a Venezuela de 45 millones a 138 millones de dólares, en el año 2011. Para el actual período se espera alcanzar ventas de vehículos por un valor de $300 millones.

Metas para este año

El jefe de la Oficina Comercial del Ecuador en Venezuela, Eliú Gutiérrez, califica de exitosos los esfuerzos realizados por los regímenes de Sudamérica con el objetivo de fortalecer los lazos entre las naciones. El funcionario, quien empezó sus funciones en la República Bolivariana en enero de este año, enfoca su gestión en el fortalecimiento  del Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (Sucre).

Gutiérrez destaca que, a través de rondas de negocios, se han concretado varios acuerdos productivos a favor de empresarios ecuatorianos. Uno de ellos fue la visita técnica en mayo de 2012, cuando se trabajó con productores ecuatorianos junto al Ministerio de Alimentación de Venezuela y en la que se cristalizaron -un mes después- negocios que se acercan a los $ 52 millones a favor de empresas atuneras nacionales.

El jefe de la Oficina Comercial es consciente de que aún el producto “estrella” de las exportaciones a Venezuela es el petróleo, no obstante resalta cómo los productos no petroleros se han abierto espacio en el mercado de esa nación.

En el 2011, las exportaciones totales del Ecuador a Venezuela  se ubicaron en  los $1.500 millones (incluyendo la venta de petróleo) y de los cuales 770 millones (51,33%) correspondieron a productos no petroleros. “Esto es un gran avance por la actividad comercial ecuatoriana. La matriz de exportaciones se está nivelando y seguiremos trabajando para que más productos nacionales se ganen un espacio en el mercado venezolano”, promete el funcionario al tiempo de afirmar que las expectativas para el actual período será la de llegar a los $1.600 millones en exportaciones hacia Venezuela, de los cuales se espera que uno 1.000 millones correspondan a productos no petroleros.

Incertidumbre por comicios

Todos hablan del tema, no hay rincón o esquina en los que no se analice -la mayor parte del tiempo con una alta vehemencia política- la “batalla electoral” que mantendrán Hugo Chávez y Henrique Capriles mañana. Si bien el silencio electoral arrancó ayer, en las calles esa normativa queda a un lado.

En el Mercado de La Hoyada, al este de Caracas y uno de los más grandes de la capital venezolana, se ve y se escucha de todo. Franklin Figueroa, un manabita que comercializa ropa en ese mercado, no cesa de arreglar las blusas, jeanes y camisetas en su pequeño local. Pero eso no le impide opinar sobre lo que podría pasar mañana.

Es oriundo de Puerto Cayo y recuerda que llegó hace 30 años a la capital venezolana para “escapar” de la crisis económica en Ecuador. Pero de la misma manera afirma que en los últimos años “ha vivido una estabilidad” de la que no había sido beneficiado en varias décadas. “Ahora la situación es más provechosa para nosotros, los extranjeros. Por ejemplo, los trámites aduaneros se han facilitado”, explica mientras se muestra preocupado por el estado político en la República Bolivariana.

Y su intranquilidad se debe a lo que “ha escuchado” de la política de uno de los candidatos: Henrique Capriles. Las huestes chavistas se han dedicado en las últimas semanas de campaña a difundir un supuesto plan neoliberal que pondría en marcha el candidato único de la oposición en caso de llegar al Palacio de Miraflores.

Lo que genera mayor nerviosismo -al menos para los ecuatorianos radicados en suelo bolivariano- es que Capriles dirija su mirada comercial hacia los EE.UU., culminando con el proceso de integración latinoamericana impulsado por Chávez.

Este nerviosismo se palpa en el proceso comercial. Es así que el propio Salomón confirma que el vínculo comercial “está paralizado porque hay incertidumbre de saber quién gana y por eso nadie quiere invertir. Los seguidores de Chávez quieren mantener los negocios con la región, mientras que creo que los negocios de Venezuela se dirigirían hacia Estados Unidos” en caso de que ganase Capriles.