Un acuario sobre la avenida Barcelona y una recicladora son los más recientes proyectos que se gestionan en la urbe a través del Municipio de Guayaquil, aunque en el primero de los casos aún no cuenta con financiamiento.

Durante la última sesión de Concejo se resolvió aprobar un convenio de ocupación y uso de espacio público entre el Cabildo y la empresa ecuatoriana Amachay Natura S.A. para la construcción de un acuario.

El objetivo es permitir la ocupación, por un lapso de 30 años, de 11.198,74 metros cuadrados de la tercera etapa del Parque Lineal, ubicado en la avenida Barcelona y José Rodríguez Bonín.

La Dirección Financiera Municipal determinó que Amachay Natura deberá pagar anualmente  12 mil dólares para desarrollar el proyecto denominado “Gran Acuario para Guayaquil”.

El alcalde Jaime Nebot puntualizó que el desarrollo de la gestión dependerá, en este caso, del apoyo financiero del sector privado interesado en la construcción de la estructura, que contará con seis peceras (estanques) grandes. “No será una inversión municipal, pero quienes estén interesados en ello deben notar que el proyecto cuenta con nuestro apoyo para la utilización del terreno correspondiente”, manifestó Nebot.

El burgomaestre acotó que solo entregarán el predio, de dominio municipal, si la empresa promotora demuestra que  hay financiamiento.

El inicio de la construcción del acuario, y el cronograma para su entrega, aún no está definido por Amachay Natura y dependerá del interés del sector privado. Sin embargo, ya se entregó al Cabildo el plan de manejo e inversión.

El proyecto incluirá una edificación de 3.000 m², dos tanques cilíndricos, una piscina de contacto, 31 tanques y un túnel de buceo en seco.

Además, se recrearán los ecosistemas de agua dulce de los ríos Guayas y Amazonas, los de agua salada de los océanos Pacífico y Atlántico.

Otro de los anuncios públicos realizado por Nebot hace pocos días es la creación de una parroquia reclicadora. Según el burgomaestre, en la ciudad se pondrá en marcha un proyecto, en una parroquia central pequeña, que consiste en el acopio de materiales que puedan volver a emplearse. “Primero vamos a escoger una pequeña parroquia que podamos manejar”.

El alcalde señaló que dicha gestión no es catalogada como un proyecto piloto, pues no se va a improvisar, sino que es algo serio.

La acción busca incorporar, poco a poco, en la ciudad la cultura del reciclaje. “No podemos empezar con algo general, porque primero hay que educar a la población”, explicó.

Esta iniciativa, dijo, se suma a la planta de tratamiento de basura que ya existe en el Malecón del Salado, cerca de la Universidad de Guayaquil.

Según Nebot, cada semana se lleva a esta última a niños de escuelas para que aprendan del proceso. “También hemos hecho convenio con la Cervecería Nacional para reciclar”.

Sobre este último tema ecológico, el Municipio indicó que actualmente trabajan en la limpieza del Estero Salado. Al respecto, señaló que tienen firmadas cartas de compromiso con las industrias para aplacar el impacto.