Eva Bailón, quien  tiene 20 años viviendo en el bloque 1 de Flor de Bastión, habita cerca de donde la empresa estatal Petroecuador construye un parque lineal desde enero de este año. Además, ese es uno de los sectores por donde pasa el gasoducto del proyecto Monteverde-Pascuales que Petroecuador edifica entre las provincias de Santa Elena y Guayas.

En el área  los vecinos de los sectores populares ayudan  con las obras del espacio recreacional, que forma parte de las construcciones complementarias del ducto. “Mi esposo y yo sugerimos el levantamiento de una cancha deportiva y Petroecuador acogió nuestra idea”, afirmó Bailón.

Los trabajos comenzaron con la siembra de plantas de tipo rastreras (que se desarrollan solo a nivel del suelo) y ornamentales. En total, 50.000 de estas especies fueron cultivadas en un kilómetro, que integra la fase piloto de la obra.

Tras cerca de cuatro meses de trabajo, el parque cuenta con elementos decorativos que llaman la atención de los transeúntes. En el suelo arcilloso se dibujó, con piedras de colores, las figuras de insectos y animales, además del logotipo de la empresa Petroecuador.

En una parte elevada se construyeron tres sitios de descanso, con asientos de madera y techo de zinc. Desde este punto hay una vista panorámica del parque que, en el futuro, se extendería a 10 km, aproximadamente, que cubrirá los sectores comprendidos entre Socio Vivienda y Las Iguanas.

60 millones de dólares es la inversión prevista por Petroecuador en obras de compensación por el gasoductoEn diciembre de 2012, las autoridades de Petroecuador anunciaron  los trabajos de compensación en la zona del gasoducto que incluyen servicios básicos, reforestación y hospital. Las inversiones ascenderían a 60 millones de dólares.

Paulina Donoso, coordinadora de Gestión Social de Petroecuador, explicó, al inicio de los trabajos, que los ciudadanos que colaboran en la construcción del parque fueron seleccionados, a través de la red Socio Empleo, y la mayoría pertenece a sectores cercanos al gasoducto. El gasoducto atraviesa zonas pobladas, desde urbanizaciones privadas en la vía a la Costa hasta asentamientos populares en el noroeste.

No obstante, en la vía a la Costa aún se mantienen las quejas con respecto al riesgo que representa el transporte de Gas Licuado de Petróleo (GLP) cerca de las viviendas, algunos de los moradores de las zonas populares  aceptaron convivir con el gasoducto.

Margarita Tukup, quien vive hace 4 años  en el bloque 6 de Paraíso de la Flor, sector que limita con el parque, dijo que está consciente de lo que implica residir cerca del ducto que transportará GLP desde septiembre próximo, según lo previsto por Petroecuador.

La ciudadana se ha comprometido a implementar las precauciones que fueron impartidas, mediante capacitaciones y volantes, por la entidad estatal desde el año pasado. Entre otras medidas, se advirtió no quemar basura ni hacer perforaciones en el sitio por donde pasa el gasoducto. “Está enterrado como a unos cuatro metros de profundidad, pero aún así hay que ser prudentes... La gente que cree que es una bomba no debería de tener ni cilindros de gas en su  casa, digo yo”.

Mientras que, los propietarios de viviendas en urbanizaciones de la vía a la Costa se mantienen firmes en sus cuestionamientos porque el gasoducto, aseguraron, representa un riesgo para  la integridad de las personas.

Incluso, los afectados buscaron apoyo en el Concejo del Cabildo que en noviembre de 2012, con el voto a favor del alcalde Jaime Nebot, rechazó la colocación del gasoducto en zonas pobladas.

Sin embargo, el Cabildo aún no se pronuncia sobre la resolución de la Comisión de Biodiversidad, de la Asamblea Nacional, que señaló hace un mes a la entidad seccional como la principal responsable de otorgar permisos de construcción en la vía a la Costa, invadiendo el derecho de vía que asiste a Petroecuador desde mayo de 1988.