La periodista fue columnista de diario el telégrafo y miembro del directorio de editogran
Nancy Bravo de Ramsey prometió vivir un periodismo "siempre apegada a la verdad"
La última columna de opinión de Nancy Bravo de Ramsey fue el martes 10 noviembre de 2015. Ese día dedicó su espacio como articulista de diario EL TELÉGRAFO para reflexionar sobre las posturas mostradas en el debate económico donde participó el presidente Rafael Correa junto a su equipo y tres analistas opositores al gobierno.
En sus líneas, Bravo argumentaba que le sorprendía el “modo de explicar la realidad de parte de los economistas neoliberales. Para ellos, las dificultades económicas del presente (por razones estrictamente externas) solo tienen arreglo aplicando las fórmulas del pasado: reducción de Estado, eliminar los subsidios, despedir funcionarios públicos y atender o privilegiar a la empresa privada con todas las facilidades tributarias”.
Reflexionaba además cómo Mauricio Pozo, exministro de Economía del gobierno de Lucio Gutiérrez, no dudaría en firmar “otra carta de intención con el FMI donde se reducían los salarios y hasta se impedía dar préstamos a los afiliados a la seguridad social”. Así era Bravo de Ramsey, crítica con las políticas de derecha y a favor de las comunidades y el pueblo.
Ayer la reconocida periodista y, exmiembro del directorio de Editogran murió luego de una larga batalla contra el cáncer.
Bravo nació en Portoviejo el 29 de agosto de 1941. Sus estudios secundarios los realizó en el colegio de La Inmaculada de Quito, donde se graduó como bachiller en Ciencias Sociales.
Continuó sus estudios superiores en la Universidad de Guayaquil, donde cursó Jurisprudencia y luego Comunicación Social. Allí obtuvo los títulos de abogada y periodista.
Como comunicadora trabajó en importantes medios escritos como las revistas Vistazo, Hogar e Impacto, en los diarios El Universo y Expreso y hasta sus últimos días fue columnista del diario público.
Fue jefe de Redacción fundadora de la revista Hogar, y exdirectora del suplemento Paratodos (revista dominical de El Universo), entre los años 1971 y 1978.
Bajo su dirección en el suplemento Paratodos, pasaron varias de las mejores plumas ecuatorianas como el escritor Jorge Velasco Mackenzie.
En la década del 70 también fue subgerente de Difusión Cultural del Banco Central del Ecuador en la regional 2 y subsecretaria de Trabajo para el Litoral y Galápagos. En el campo político fue militante del desaparecido partido Izquierda Democrática (ID).
Desde febrero de 2010 fue miembro del directorio de Editogran y además colaboró como articulista de diario El Telégrafo.
Durante su vida profesional Nancy Bravo de Ramsey ha ejercido diversos cargos honoríficos, entre ellos, secretaria del directorio de la Confederación Nacional de Periodistas del Ecuador, presidenta-fundadora del Comité Ecuatoriano Procelebración del Año Internacional de la Mujer, en el período 1974-1975 y además vicepresidenta del V Congreso Latinoamericano de Periodistas que se efectuó en la localidad argentina de Mar del Plata (1979-1980).
También fue vicepresidenta del Círculo de Periodistas del Guayas, miembro de la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas y de la Comunidad Científica del Ecuador, entre otros cargos.
Reconocimientos
Por su extensa labor en el campo periodístico, Bravo de Ramsey recibió varios galardones, entre los cuales se destacan el otorgado por la Confederación Nacional de Periodistas del Ecuador (1973), por la Unión Nacional de Periodistas (1975), por el Colegio de Periodistas del Guayas por su trayectoria en esta labor, por la Fundación María Guare, por la Asociación de Mujeres Trabajadoras del Ecuador (1993), entre otras distinciones.
El 5 de enero de este año, con motivo de conmemorarse el Día del Periodista, el directorio del Círculo de Periodistas del Guayas le otorgó la medalla Al Mérito Periodístico, en reconocimiento a su amplia trayectoria en este campo profesional.
En aquel encuentro, el presidente del gremio, Germán Arteta, destacó de Bravo el haber cumplido con un “periodismo lúcido a través de los medios en que le tocó laborar”.
En su discurso de agradecimiento señaló que recibía el reconocimiento con orgullo y satisfacción y que iba a continuar mientras viva, ejerciendo “el periodismo que informa, educa y entretiene”.
Agregó también: “siempre estaré apegada a la verdad, que es como el cristal donde se refleja la certeza de los hechos”. Bravo cumplió su palabra, según sus allegados y miembros del oficio periodístico en Guayaquil.
Sus restos están siendo velados en la Sala 2 Exclusiva de la Junta de Beneficencia de Guayaquil y su sepelio se realizará hoy, a las 16:00.
Este diario extiende sus condolencias a los familiares de la prestigiosa periodista y les expresa sus sentimientos de solidaridad por tan lamentable pérdida. (I)