El periodismo deportivo es parte del diario vivir de un amplio sector de la ciudadanía. De ahí que muchos fanáticos se familiarizan con las voces de aquellos profesionales que transmiten y cuentan todo lo que acontece en torno a los equipos de fútbol. Hace más de dos décadas esta actividad era considerada exclusivamente de los hombres, hasta que Yuri Zapatier, quien recién terminaba sus estudios universitarios, tuvo la oportunidad de ingresar a radio Atalaya para ser parte de un programa deportivo. En la actualidad, Zapatier es considerada la primera periodista que cubrió esta área.

¿Qué la motivó a incursionar en el periodismo deportivo?

Fue una casualidad, el 10 de febrero de 1989 me había graduado de licenciada en comunicación social y una persona cercana me dijo que podía incursionar en radio. Me dieron el nombre de Guillermo Valencia León ‘Valenciano’, uno de los comentaristas más famosos que ha tenido nuestro país. Fui, hablé con él y me dijo: “Noticias no hay, solo en deportes”; y yo dije: “¿En fútbol?”. Yo de fútbol solo sabía que la pelota era redonda, de allí no sabía nada más, pero me animé en ese mismo momento y le dije: “Vamos a ver si es que puedo”.

Mis padres, emelecistas, siempre habían escuchado a Petronio Salazar en las transmisiones; mi esposo, barcelonista. Me enfrenté a gente cercana que se vinculaba con el fútbol. Se sorprendieron porque yo siempre decía en la casa que no quería escuchar fútbol, pero se me dio la oportunidad de trabajar en algo en de lo que había estudiado: la comunicación.

¿Es complicado adaptarse al periodismo deportivo?

Me costó mucho más que nada en asociarme, en identificarme en lo que es la carrera deportiva en comunicación social y, sobre todo, en el fútbol. Eso fue más complejo que relacionarme con la gente, jugadores, cuerpos técnicos, médicos, eso no me costó. Fue complejo familiarizarme con los términos. Me decían offside y yo preguntaba ¿qué es eso? Me respondían que está en inglés y significa ‘fuera de juego’. Todas estas cosas las fui aprendiendo y creo que estuve lista para hacer carrera a los 6 meses.

¿Cuántas mujeres estaban vinculadas al periodismo deportivo en esa época?

Ya en ese entonces había 3 mujeres que se desempeñaban en el área del fútbol, pero que no hacían la labor de reportera, de ir a los entrenamientos a diario. En esa época estaban los equipos Barcelona, Emelec, Filanbanco, Calvi. Yo era la única reportera, la única mujer. Todos mis compañeros me ayudaban; entré a los 21 años. Me ayudaron mucho. Estaba Mónica Chonillo, en revista Estadio. Haciendo labores de producción, Marianela Valdez y Gloria Andrade, ambas estaban en televisión y hacían deportes, pero desde sus puestos.

¿Cuándo se enteró de que era la primera reportera en el fútbol ecuatoriano?

Los mismos dirigentes me lo dijeron. Por ellos me enteré de que no había una mujer que estuviera en la mañana, en la tarde y en los partidos. No me asombré, estaba dedicada a nutrirme de todo lo que tenía que hacer, comentar, informar y reportar los acontecimientos que se daban en los entrenamientos.

Y los jugadores, ¿cómo fue el trato de ellos con usted?

Yo no estaba allí para que ellos se comportaran de una manera diferente. Invadí un territorio que regularmente era de hombres, pero poco a poco ellos se fueron familiarizando conmigo. Yo les decía que actuaran como normalmente lo hacen porque yo estaba invadiendo su espacio y ellos me respondían: “No, tranquila”, incluso evitaban decir malas palabras. Después, ya en confianza, me ayudaron muchísimo.

¿Quién fue su soporte, el compañero que más la apoyaba en sus labores de reportera?

Soy muy agradecida con Guillermo Cedeño, él hacía de reportero en radio Atalaya. Allí comencé. Me ayudó mucho. Más que indicarme qué y cómo preguntar, me decía: “Tranquila, no te va a pasar nada”. (I)