Georgina Mendoza tiene 36 años habitando el bloque 2 de la cooperativa Unión de Bananeros (sur de la ciudad) cerca de una zanja que acumula aguas lluvias y servidas.

En el tiempo transcurrido, el problema se ha mantenido a punta de promesas de contratistas municipales que han visitado el sitio. “Mientras, debo tener cuidado de que mi casa no se inunde en invierno”.

La acumulación de líquido ha propiciado la aparición de caracoles, hongos y mosquitos, por lo que Georgina también lidia con problemas de salud.

La situación es una de las detectadas por los concejales de la alianza PAIS-MCD durante las asambleas ciudadanas que organizan desde el año pasado.

Algunas de ellas ya son atendidas por la Alcaldía de Guayaquil, según un comunicado firmado por el secretario municipal Vicente Taiano.

Sin embargo, en los sectores ubicados en la periferia de la urbe, que tienen entre 3 y 4 décadas de existencia, aún tienen necesidades insatisfechas en cuanto alcantarillado sanitario, pavimentación, entre otros servicios básicos.

En el norte, las cooperativas de la vía a Pascuales (San Francisco y Assad Bucaram) y del norte de la Perimetral (Flor de Bastión, Nueva Prosperina, Paraíso de la Flor, Paquisha, Bastión Popular, entre otras) son las que presentan algunas carencias.

Mientras que en el sur, la mayoría de zonas cercanas al estero tienen cubiertos sus requerimientos. Para el concejal Gustavo Navarro, es necesario poner especial atención a los asentamientos consolidados en el sector norte.

Los ediles de PAIS-MCD detectaron falta de obra municipal en 5 zonas aledañas a la vía Perimetral y la av. Francisco de Orellana.

En el sur, en cambio, la reubicación del camal municipal, la remediación de las zanjas en el Guasmo y la construcción de un parque metropolitano y un cementerio son las solicitudes más emergentes. “Hay que destacar que el alcalde (Jaime Nebot) ha tenido total apertura.

También se mencionó el descuido que existe en las parroquias Tenguel, Puná y Posorja, donde aún existen limitaciones en servicios como el agua potable.

Los concejales mantienen reuniones periódicas con líderes barriales para conocer propuestas que puedan ser incluidas en el presupuesto municipal.

Además, existe otro tipo de sugerencias en el ámbito regulador, como la elaboración de una política en favor de los animales.

El objetivo es crear una cultura para que la ciudadanía tenga mayor cuidado, tanto con sus mascotas como con las especies nativas.

Para lograr aquello se prevé analizar referencias internacionales, como Medellín, por ejemplo, que desarrolla un exitoso programa de bienestar animal desde 2007, explicó la edil Zaida Loayza.

En diciembre de 2014, la Asamblea Cantonal de Participación Ciudadana,  convocada por la Alcaldía, aprobó $ 710’605.000 para el presupuesto 2015. Del mencionado monto, $ 604’200.000 se invertirán en obras y servicios, y $ 106’405.000 se destinarán a los gastos laborales y operativos. (I)