La escultura del Cristo del Consuelo de 15 metros de altura, diseñada en Quito por el artista Nixon Córdova, fue instalada en la plazoleta que el Municipio de Guayaquil construyó en el Cisne 2, en el suroeste de la ciudad.

Dos maquinarias se encargaron, mediante poleas, de levantar la efigie que fue ensamblada cerca de la cruz de 36 metros sobre la que permanecerá.

La obra que incluye la escultura, base (cruz) y plazoleta (con 1.188 metros cuadrados de extensión) tuvo un costo aproximado de $ 2,5 millones, explicó Hólger Matamoros, gerente de la Fundación Guayaquil Siglo XXI.

La inauguración del monumento será el próximo 17 de diciembre y se prevé la realización de una misa oficiada por Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil.

El área donde se asienta la efigie queda al pie de los esteros Puerto Lisa y Mogollón, en un terreno de 0,9 hectáreas.

La figura religiosa cuenta con iluminación de luces LED, incluyendo 6 postes ornamentales de 6 m.

Los trabajos de regeneración urbana recién se encuentran en una primera fase y la plazoleta estará lista para marzo de 2017.

Matamoros puntualizó que se efectuarán los acondicionamientos necesarios en el área para permitir el ingreso de los asistentes a la inauguración.

Entre los detalles que faltan están la colocación del piso exterior que rodeará la base de la cruz.

El concurso para la licitación de las obras para la segunda fase ya se encuentra en el portal de compras públicas. “Faltan dos semanas para recibir las ofertas, esperamos adjudicar antes de que termine el año”.

La reja que rodea la plazoleta será retirada para permitir el ingreso masivo de personas. Sin embargo, se incrementará la seguridad para proteger la escultura.

Sectores sin alcantarillado

La mayoría de los habitantes tienen altas expectativas turísticas sobre la gestión impulsada por el Cabildo. Sin embargo, en la manzana 72, los vecinos aún se mantienen escépticos.

A pocos metros del parque donde se instaló la imagen, hacia al norte, 15 viviendas carecen de alcantarillado sanitario desde hace 14 años, aproximadamente.

Las propiedades están ubicadas al pie de un brazo de estero y la única forma de acceder a ellas es mediante puentes de madera y caña guadúa que conectan con la calle principal.

Tiberio Vivero, quien tiene 14 años en el lugar, afirmó que algunas de las familias cuentan con pozo séptico mientras que otras descargan directamente al estuario.

Esto provoca, además, un mal olor que se hace más fuerte cuando hace calor. “Por 7 años hemos enviado comunicados al Municipio pero aún no ofrecen una respuesta”.

En un extremo del brazo de estero, donde inicia la calle Echeandía, se observa un muro. Según los habitantes del lugar, es donde termina la red de alcantarillado.

Carmen Arizaba, de 67 años, comenta que lo que solicita el vecindario es la construcción de un ducto cajón que también proteja durante las lluvias.

La ciudadana admite que, pese a que pagan impuestos prediales al Cabildo, no cuentan aún con el título de propiedad. “Nos dicen que estamos en zona de riesgo y que por ello no nos pueden dar”.

Mientras tanto, la Fundación Guayaquil Siglo XXI interviene las calles por donde caminarán los feligreses en la próxima procesión del Cristo del Consuelo, durante la Semana Santa.

La ruta que es sometida a remodelación incluye la calle Balsas, desde el puente de la A hasta el Centro de Atención Municipal Integral (CAMI) de El Cisne 2, a través de la calle Buena Fe.

Según información proporcionada por la fundación municipal, también se prevé efectuar adecuaciones y colocar seguridad privada en la zona, especialmente, en los puntos que son utilizados como botaderos para desechos sólidos y material de construcción. (I)