Aún con la volatilidad característica del mercado de divisas, el dólar mostró en los últimos meses una apreciación sostenida e inició el año subiendo frente a otras monedas, lo que genera expectativas en cuanto a la consolidación de la economía estadounidense.

El comportamiento de esta divisa no le es indiferente a nadie, sobre todo a Ecuador, dolarizado desde el 2000. A criterio de expertos, entre los efectos que se prevén está una pérdida de competitividad de los productos de exportación, pues se volverían más caros por el hecho de pagarse con dólares en el mercado internacional.

El presidente de la República, Rafael Correa, dijo en octubre que la escalada monetaria le parece aún más preocupante que el desplome del petróleo, por su influencia en el sector externo.

No obstante, el presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), Felipe Rivadeneira, lo toma con cautela y aseguró que es muy pronto para hablar de un impacto económico.  

El gremio espera que durante los primeros meses se tenga un panorama claro de la situación. Después de todo, aseguró, “la apreciación del dólar no ha sido determinante en el éxito de nuestros productos”. “Llevamos dolarizados ya 14 años y nuestros compradores saben lo que es trabajar con esta moneda”, dijo.

Lo que Rivadeneira considera apenas probable es un ‘golpe’ en mercados como el ruso, con el rublo ‘cayéndose muy fuerte’, y que, en el peor de los escenarios, la flor ecuatoriana pierda acceso, pero de momento nada está dicho. “Habría que estudiar cuáles son los sectores que eventualmente tendrían un mayor efecto”, observó.

Ahora, vista la apreciación del dólar desde otra perspectiva, esta podría tener efectos positivos en las importaciones. Según expertos citados en un informe de la cadena BBC, en economías dolarizadas como las de Ecuador se abaratarían las importaciones. Esto significaría que, por un lado, los consumidores tendrán acceso a productos extranjeros a menor precio; por otro, las empresas productoras tendrán más dificultad para exportar y enfrentarán mayor competencia para vender sus bienes dentro del país.

Economías afectadas

Desde los últimos meses del año algunas economías en el mundo ya mostraban afectación por la apreciación de la divisa estadounidense.

Rusia tuvo a comienzos de diciembre su peor momento al devaluarse su moneda en un 40% frente al dólar, aunque la situación del rublo está relacionada también a la baja del precio del petróleo que viene desde mediados de año.

En Colombia, por ejemplo, el impacto recayó en el precio del gas que se disparó en las últimas semanas, según informó diario El Universal. El combustible comenzó 2014 con un costo cercano a los 1.590 pesos el metro cúbico y terminó el año en 1.685 pesos. Quienes más se vieron perjudicados fueron los propietarios de vehículos que cambiaron el sistema de gasolina por gas, señaló ese medio.

Según el portal web de la cadena RCN, la moneda no había alcanzado niveles semejantes desde hace 5 años, y por ello analistas locales no descartan cotizaciones más altas en lo posterior. Para el primer día laborable de 2015, la diferencia también pudo notarse en otras monedas de la región.

El peso chileno, por ejemplo, tuvo una baja de 1,33% frente al dólar, tras cerrar en 614,00 unidades por dólar, lo que representa 8,10 pesos más que el pasado martes.

Según medios internacionales, el resultado estuvo relacionado al fortalecimiento general de la divisa estadounidense frente a otras monedas y en una bajada del 0,79% en el precio del cobre, el principal producto chileno.

La jornada fue creciente también ante el franco suizo, el dólar canadiense, la libra esterlina, el peso mexicano y el yen japonés, con un cambio de 120.50 yenes por dólar.

En el caso de Argentina, hasta el viernes el precio en el mercado cambiario se mantuvo estable a 8,46 pesos. Sin embargo, el peor embate al parecer lo llevó el euro, que cayó en el primer viernes del año a un mínimo no visto en 4 años al cerrar a $ 1,2027.

El Banco Central Europeo (BCE), fijó el cambio oficial del euro en $ 1,2043, aunque expertos atribuyen este efecto a las declaraciones de Mario Draghi, líder del BCE, acerca de que la Unión Europea (UE) prepara ajustes “al tamaño, velocidad y composición” de las medidas económicas de la región para inicios del año, así como una flexibilización que incluye la compra de deuda soberana.

Según diario El País, el BCE ha tenido que enfrentarse en los últimos seis meses a una tasa de inflación de 0,3%, demasiado lejos del nivel ligeramente por debajo del 2% en la que se encontraba.

A criterio de Roberto Palacios, analista y profesor de la Escuela de Negocios de la Espol (Espae), si la tendencia continúa en el mundo, lo que podría ocurrir es una reacción del sistema monetario internacional.

Dicha respuesta -agregó- iría en la línea de buscar mecanismos para reducir la apreciación de la moneda, esto es, colocando más dólares en la economía y que, en una sencilla fórmula de oferta y demanda, el precio comience a bajar.

El gobierno de Rafael Correa ha advertido que 2015 será un año difícil debido a los proyectos en marcha, pero también ha desestimado una crisis por la apreciación del dólar o el bajo precio del crudo.