Una de las industrias a las que el covid-19 no detuvo fue la láctea. Ecuador produce alrededor de cinco millones de litros de leche al día y en lo que va del año se obtuvieron 660 millones de litros.

Sin embargo, el consumo de productos lácteos sí se redujo y Rodrigo Gallegos, director del Centro de la Industria Láctea, cree que en los próximos días habrá un excedente de leche. “Las industrias no pueden comprar más y como consecuencia, los ganaderos no van a poder colocar su leche; se dará un crecimiento de la informalidad”, alerta.

Los cambios en la rutina diaria influyen en los hábitos de consumo. Por ejemplo, a raíz de la emergencia sanitaria los padres dejaron de comprar productos para las loncheras de los niños y prefirieron formatos de larga vida y alto volumen como yogur extragrande, leche en cartón, leche en polvo y quesos frescos o tipo mozzarella.

Gallegos cree que para incentivar el consumo se tienen que generar productos más atractivos. Así lo hizo Mondel, empresa que fabrica quesos maduros gourmet. Jaime Erazo, gerente general de la marca, asegura que al momento sus ventas están al 40%. La mayoría de ellas las hace en supermercados y un número reducido en restaurantes.

Para aumentar la clientela, el representante de Mondel puso en marcha varias estrategias: optó por entregas a domicilio y aplicó promociones. Además, para hoteles y restaurantes renovó la imagen de la marca para que sea más atractiva. Adicionalmente, durante el confinamiento creó seis nuevos tipos de quesos.

Además, Erazo retomó su plan de exportar. Al igual que otros productores, cree que llevar sus productos al exterior será una buena opción para que la empresa crezca. Espera que le entreguen las certificaciones para comercializar a EE.UU. y Perú.

Por otro lado, Erazo considera que un factor que ha contribuido a sus ventas es la poca presencia de quesos importados en las perchas. La gente consumió productos nacionales. “La competencia es saludable. Nosotros crecimos mucho durante la apertura de la importación de quesos maduros, porque la gente puede apreciar más la calidad”, comenta Erazo.

Justamente, para Juan Pablo Grijalva, gerente general de la Asociación de Ganaderos de la Sierra y el Oriente, la respuesta para enfrentar la crisis es consumir primero el producto nacional. Asegura que cerca de 1’500.000 personas obtienen ingresos de la producción de leche y sus derivados.

Sumado a esto, Grijalva, también gerente general de El Ordeño, apoya la opción de que el sector exporte más sus productos. Asegura que la industria está lista para llegar a mercados internacionales.

Para esto, Grijalva cree que el Gobierno debe apoyar al sector con líneas de crédito a largo plazo y hacer una diferenciación entre el precio de exportación con el precio nacional, como un mecanismo para ser competitivos en el exterior. (I)